Para Fabiana Liuzzi y para Luis Ventura, el nacimiento de su hijo Antoñito significó una revolución a todo nivel. Es que el niño, que nació prematuro, quedó con secuelas neurológicas que los obligan a los dos a hacer un seguimiento diferente. A sus 9 años, por ejemplo, el nene no habla.
Todos los días, Antoñito recibe estimulación y cuidados como una dieta especial para acompañarlo en su desarrollo, distinto al de chicos de su edad. Y para Fabiana, ver que Ventura haya logrado forjar un lazo de amor tan fuerte y mantenerse presente en ese día a día resulta emocionante.
Así lo demostró Liuzzi al aire en Nosotros a la mañana, cuando se sensibilizó al hablar del nene, presente en el estudio del programa de El Trece. "¿Te emociona la relación que Antoñito tiene con Luis?", quiso saber Mariel Di Lenarda, y ella se quebró.
"Siempre, siempre", fue todo lo que pudo decir Fabiana, con los ojos cargados de lágrimas y la voz temblorosa. "Nosotros nos vinimos hace siete años (a Buenos Aires). Ay, empieza la sensibilidad…", dijo entonces Liuzzi, muy conmovida.
EL MILAGRO DEL NACIMIENTO DE ANTOÑITO VENTURA
"Fue un renacer a la vida, transitar un camino nuevo que no fue fácil. Pero al final del camino se pudo ver una luz enorme", avanzó la ex vedette, y se declaró agradecida “a Dios” porque Antoñito esté vivo y definió su nacimiento a los seis meses y medio y pesando apenas un kilo como “un milagro”.
"A partir de ahí, esta Fabiana valora las cosas sencillas y simple de la vida. Estoy orgullosa del hijo que tengo y lo muestro al mundo", cerró Fabiana, mientras el niño se entretenía jugando con un globo rojo.