Antonella Leal está viviendo esos 15 minutos de fama que prometía Andy Warhol que todos tendrían en el futuro, en su caso, por haber vivido un romance con Leo Alturria mientras el joven todavía estaba de novio con Lizy Tagliani.
En una semana, la chica de Luján quedó en el centro de las miradas, estuvo en el piso de Intrusos y contó una y mil veces ante los móviles que ella no quiso lastimar a la querida actriz y que lo suyo con Leo, que empezó tres meses atrás, no fue algo así nomás.
Leo y Antonella se conocieron por Instagram, pegaron onda y al ponerle el cuerpo hubo mucha conexión y fuego. Así lo dijo ella, en diálogo con Ulises Jaitt, al contarle detalles de su intimidad. “Con Alturria hubo mucha piel. Un poco extraño hablar con él”, dijo.
“Mucho contacto, mucho mensaje. De repente se cortó. Lo borré de Instagram. No me interesa. No quita que el día de mañana me junte a hablar. Yo hubiese seguido con él”, admitió Leal en El show del regreso (por Radio Ensamble).
A pesar del escándalo en el que quedó envuelta y del dolor que le provocó a Lizy, Anto dejó en claro que volvería a vivirlo todo con Alturria: “No me arrepentí, disfrutábamos mucho. Es un divino, es divertido, muy cariñoso. Es muy atento, caballero, meloso. Tiene muchas cosas buenas, es buena persona, pero se manejó mal”.
Antonella no sólo lo describió como un compañero que sabe escuchar y “poner la oreja”, sino como un amante muy dedicado con quien el sexo nunca era monótono ya que practicaban distintas posiciones. “Íbamos variando, un 9 en el sexo le damos a Leo Alturria, es muy cariñoso. No se merece el 10”, lo puntuó.
También se animó hablar de cuánto tiempo le dedicaban a su intimidad: “De día, varias horas, desde el mediodía hasta la nochecita. Compartíamos películas, era romántico. Me gustaba mucho en la previa Leo Alturria, así en todo”.
“No me arrepentí, disfrutábamos mucho. Es un divino, es divertido, muy cariñoso. Es muy atento, caballero, meloso".
Sin embargo, Leal aclaró que lo que “más la calentaba de Leo” no era su cuerpo, sino su “forma de ser” y un detalle de su esmerado cuidado personal: “Era muy prolijito en su depilación”.
“No si me usó para pasar el rato, yo iba el sábado y me volvía el martes. Me siento desilusionada. Hice modificaciones en mi trabajo para verlo, me cubrían”, cerró, resumiendo la breve pero intensa historia que vivieron con el encargado de edificio que le rompió el corazón a Lizy.
