En la noche del martes, Leo Sbaraglia estuvo como invitado al ciclo Los Mammones en donde hizo un repaso por su exitosa carrera como actor, además de contar anécdotas y detalles de su vida privada, rememorando cómo fueron sus años de juventud y las travesuras que hizo siendo pequeño.
Y es que además de revelar que caminó por una cornisa de un segundo piso cuando tenía tan solo seis años, y que tiempo después eligió jugar con una tijera de metal y cortar un cable de alto voltaje, el artista se animó a confesar cuál fue el insólito apodo que le pusieron cuando comenzó a trabajar en la recordada y airosa ficción Clave de Sol.
Cabe recordar que Leonardo comenzó a trabajar en aquella serie cuando tenía tan solo 17 años y aún estaba cursando su último año de secundario -el cual finalizó hace pocos meses atrás-, y al interpretar a Diego, su personaje, se encontró con diversos conflictos debido a la falta de práctica en estudios de televisión.
Fue en ese contexto en donde él admitió que “no era tan bueno” como actor, por lo que decidió revelar qué sobrenombre le pusieron los trabajadores técnicos que llevaban adelante los rodajes: “Me decían Maderaglia. Pero es lógico, los muchachos de la cámara me lo decían”.
“Es que estaban todo el día viendo y grabando a grandes actores, a grosos de verdad, y yo estudiaba teatro hacia dos años y era un chiquilín. De pronto me ponen en la tele a aprenderme catorce escenas por día. Claramente estaba duro. No había micrófono corbatero, sino un boom, entonces tenía que hablar alto, yo hablaba bajito… Nadie me había enseñado. Era otra época también”, agregó Sbaraglia recordando aquellas largas jornadas de grabación.
“Un año estuve duro, después me empecé a aflojar, eso no quiere decir que sea mal actor. Y sí, me decían Maderaglia pero encima me aclaraban que me lo decían bien. ‘La madera es un material noble, mirá si te dijéramos hierro’, me tiraban”, concluyó Leo con humor.