Las internas que existen dentro de los canales, en muchas ocasiones suelen salir a la luz y se genera un grave escándalo a su alrededor. En este caso, Wanda Nara y Lizy Tagliani fueron protagonistas de un problema que tuvieron que resolver las autoridades del canal.
El gran arranque que tuvo ¿Quién es la máscara?, programa que debutó en la pantalla de Telefe, obligó a que sus figuras aparezcan por los estudios de Martínez y grabar con mayor regularidad. La gran aceptación de este nuevo éxito, cambió los planes rotundamente.
La apuesta de innovar con un producto distinto y dónde cientos de famosos están en el centro de la escena, atrapó de manera masiva a los espectadores. Pero como en todo espacio que se encuentra plagado de estrellas, los egos suelen generar severos problemas.
En esta ocasión, Wanda y Lizy se negaron a darle una entrevista a Georgina Barbarossa, quien ya las tenía pactadas de antemano. Esto despertó la furia de la histórica actriz, que tuvo una reunión con los autoridades del canal a raíz de su enojo.
"Georgina se sintió indignada con la situación. Hacer las notas fue un pedido de la gerencia. Estaba pautado. Ninguna podía sorprenderse de que estaba el móvil”, reveló Mariana Brey, en Socios del Espectáculo, con detalles inéditos.
Debido a esta situación, en la cuál Wanda y Lizy no tendrían excusas, finalmente llegó la historia de otra campana. En diálogo con Paula Varela, Tagliani reconoció que ella no cometió ningún error y le atribuyó la responsabilidad a otra persona.
"El productor me dijo que me haga la misteriosa, como que no queríamos cámaras, por esto mismo de la máscara. Ellos se iban y después volvían", indicó la periodista, que también poseía pruebas contundentes sobre lo sucedido.
Para dejar en claro que su relato no era ninguna historia inventada, Lizy divulgó el mensaje de este técnico y logró limpiar su imagen ante Georgina: "Lizy me mandó el chat con el productor, pero yo le creo. En ese chat ella le dice 'quedé medio para el or..., porque después no volvieron'".
