Algún día iba a pasar. En un momento tenía que suceder. El reloj no para nunca y, tarde o temprano, los enfrentamientos entre los grandes candidatos a ganar Gran Hermano iban a llegar. No iban a ser todo amagues, todo amor y paz hasta la final. No, para nada. Y lo que algunos presagiaban está empezando a ocurrir: una de las principales jugadoras soltó amarras y empezó la lucha final contra otra de las más grandes protagonistas de la temporada.
Por estas horas, Virginia Demo empezó a apuntar y a direccionar sus cañones nada más y nada menos que contra Furia, para muchos la máxima aspirante al trono de esta edición y para casi todos el principal escollo que tienen La Virqueen, el Chino Martín Ku, Bautista Mascia y Emma Vich para llevarse el premio mayor. No es que hubo un complot ni una idea conjunta. Ella se cortó y arremetió contra La Pelona.
"Yo de pelotuda no tengo nada" avisó Virginia, enérgica y firme, en una charla que mantuvo con algunos de los participantes que aún quedan en pie. Posteriormente comentó que "Yo ya sé que Furia viene por mi, en cualquier momento se la agarra conmigo. Ya se eso, no hace falta que me lo digan".
En ese momento, en ese preciso instante, lo que siguió fue una suerte de declaración de guerra de Virginia contra Furia. "Yo me la paso por abajo", exclamó la jugadora que más creció desde que entró a la Casa con timidez y casi pidiendo permiso hasta para decir hola. Posteriormente la calificó: "Es de manual esta chica, por favor", argumentó para describirla.
LLEGO EL MOMENTO: VIRGINIA EMPEZO SU ATAQUE CONTRA FURIA Y TIENE UN PLAN PARA GANARLE GRAN HERMANO
Virginia pasó a formar parte del juego cuando Carla "Chula" De Stéfano decidió abandonar voluntariamente porque no paraba de extrañar a su familia. Había quedado como "suplente" y la llamaron "de raje" para reemplazarla. Su llegada no generó mucho movimiento en un principio, pero poco a poco fue cobrando relevancia y hoy, para muchos expertos, es la principal enemiga de Furia.
Para Virginia, una de las claves para derrotar a Furia es usar la cabezas y no manejarse por impulsos, como sí hace ella. "Tenemos que ser inteligentes", pidió, basada en la idea de que eso les permitiría "manejar las placas a nosotros". Para dejar en claro su sentir y su pensamiento, reiteró que "en algún momento se va a pirar y va a venir en mi contra" pero enseguida sostuvo que "lo que no sabe ella es que a mi no me desestabiliza nada".
Señoras y señores, empezó el juego.