Ni los "peronchos" como se quejó Alfa ni los "pibes para la revolución" como se ilusionó Romina: inesperada y sorpresivamente, el momento cumbre de la televisión 2023 quedó trunco por una movilización gremial. La salida del jugador más polémico de Gran Hermano y su ingreso al estudio para que lo reciban Santiago del Moro y "los suyos" no se vio al aire por el conflicto que mantienen, hace tiempo, los canales de televisión y el sindicato que nuclea a la mayoría de sus trabajadores, el Satsaid.
Apenas Del Moro anunció que era Alfa quien debía abandonar el juego comenzaron a escucharse un sinfín de bombazos de estruendo. En el vivo no se entendía bien qué estaba pasando. De hecho, los jugadores creyeron que era una reacción de la gente ante el resultado. Como Romina fue diputada y militante del Frente de Todos, se supuso que semejante reacción tenía connotaciones políticas.
El que disparó el tema fue Alfa. Ante cada explosión repetía "son los peronistas, son los peronistas", para después concluir que los responsables de ese ruido ensordecedor eran "los peronochos estos". Mientras otros participantes -como La Tora- se asustaban ante la magnitud de loa fuegos de artificio, Romina entendió que podía ser, efectivamente, una demostración de cariño para ella.
"Escuché algo de la revolución, lo ecuché, sí, esto tiene que ver conmigo", se alegró la ex legisladora y madre de tres nenas a las que seguirá sin ver por haber triunfado en el duelo contra Alfa. Cuando le pidieron que explique que tendría que ver con ella, fue escueta. En realidad, un cántico de la juventud Kirchnerista, mayoritariamente agrupada en La Cámpora, dice "Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la revolución".
Mientras tanto, Santiago del Moro dejó a "medio país" (la gala alcanzó 26,5 puntos de rating) con las ganas de ver el ingreso de Alfa al estudio ya eliminado y su reencuentro con familiares y amigos: estaban su hermano, su sobrino y un grupo de personas que se autotitulaban conocidos del experimentado y controversial participante. Curiosamente, no fueron ni su hija ni "El Mago sin Dientes", su principal bastonero y aliado a lo largo de todo el certamen.
"Nos tenemos que despedir, Alfa no puede venir por una movilización", contó Del Moro sin dar las precisiones que brindaremos aquí: no se trataba de peronistas festejando la derrota de Alfa -quien se declaró "de derecha"- ni de jóvenes K celebrando a Romi. Nada que ver: eran trabajadores de la tele aprovechando semejante multitud frente a los televisores para visibilizar el conflicto que mantienen con las cámaras empresarias por los salarios del sector, a los que consideran "bajos" e "insuficientes". Y como se pararon frente a la puerta "De la Casa", Alfa no pudo subirse al "Caby" y llegar hasta el otro estudio. Esa fue la verdad.
