Se pudrió todo. El panorama se tiñe de nubarrones, de tormentas que imposibilitan la comunicación. Destellos de ira de un rincón al otro. Benjamín Vicuña y la China Suárez están más enfrentados que nunca, en una especie de guerra silenciosa, que podría explotar en cualquier momento.
Desde la separación, que sucedió en septiembre de 2021, los dos actores no emitieron ni un atisbo de concordia, de armonía en lo que se transmutó en una familia ensamblada, por la lógica de compartir la crianza de los pequeños Magnolia y Amancio.
María Eugenia le echó nafta al fuego al publicar un tuit en el que definió a Benjamín como un padre algo ausente, que suele encontrarse todo el tiempo de viaje y no por trabajo y que solamente ella se encarga de acompañar el crecimiento de los niños.
Vicuña optó hace un tiempo por no referirse públicamente a su ex pareja, aunque ayer deslizó con un mensaje privado a Karina Iavícoli, que leyó al aire, que nunca antes lo habían cuestionado como papá y que considera que desempeña ese rol con mucha responsabilidad.
Ahora se suma otro capítulo picante. La China jugó a su manera, con sus ironías habituales que emana por redes sociales. Llamativamente ayer armó un posteo para saludar a Beltrán Vicuña, el hijo del chileno y Pampita. Subió una foto con el pequeño y le dedicó un mensaje, un accionar que no había ejecutado en sus años de novia de Vicuña.
Ese gesto despertó la bronca del trasandino, lo que se pudo comprobar con la información vertida en Socios del espectáculo por Luli Ferández, que recopiló del entorno más cercano del actor. "¿Para qué sube esta foto? Si hace como un año que no lo ve a Beltrán", contó la panelista.
Y el concepto que resumió la reacción de Vicuña lo manifestaron del círculo íntimo: "Encima, el no etiquetarlo, ¿es acaso una provocación?". Todo muy raro e intrincado, lo que suena como una guerra de adultos con mensajes encriptados.