La tercera edición de Bake Off Argentina llegó cargada de diversas emociones, sensaciones y exigencias por parte de los propios participantes que buscan superarse gala tras gala y lograr conquistar al exigente jurado que presenta nuevos y desafiantes retos.
Dentro de este contexto, y luego de una larga semana al aire, los concursantes fueron de a poco mostrando sus personalidades y cautivando al público que se vuelca en las redes sociales para apoyar a sus favoritos y criticar a los que menos le gustan.
Sin embargo no todo es color de rosas dentro de la carpa de pastelería y es que tras varios traspiés, muchos de los que compiten no pudieron evitar las lágrimas y se quebraron en llanto por no llegar con los tiempos y las presentaciones correspondientes.
Luego del desgarrador llanto de Emiliano, en la noche del miércoles fue María Belén Pérez la que explotó de angustia y tuvo que ser asistida por sus compañeros que la intentaron consolar para que pudiera continuar con la receta.
Y es que la consigna estaba basada en preparar un postre trifle, pero para llevar a cabo el reto los participantes debían estar más que concentrados con la decoración y ser sumamente puntillosos para presentar de la mejor manera posible sus creaciones.
Asimismo, Belén confesó que se siente débil al momento de decorar y entre lágrimas expuso: “El momento del armado es un tema para mí, no es tan fácil. Soy una tarada, no puedo llorar por esto, pero quiero que salga hermoso y no me sale como lo tengo en la cabeza”.
Continuando con su angustia, la joven oriunda de Los Polvorines se quebró duramente en la carpa: “Veo mi resultado y no me gusta, y los de mis compañeros están hermosos. No tiene capa, no tiene nada. No sirvo para decorar, ¿por qué no soy delicada decorando?”.