Impensado. Increíble. El Wandagate permanece latente, vivo y refulgente a pesar del transcurso del tiempo, de la lejanía del brote del escándalo mediático más explosivo de los últimos años. Esas cenizas no se apagaron, todavía calientan la historia.
Desde el engaño consumado de Mauro Icardi a Wanda Nara con esa noche de pasión, de lujuria desenfrenada que experimentó con la China Suárez en la intimidad de un dormitorio caliente en un hotel en París, se hilvanaron decenas de hechos.
El nuevo escenario se originó con el retorno de María Eugenia al campo de juego, porque sintió la necesidad de contactarse con el esposo de Wanda y le escribió por chat privado. Un desliz que quedó registrado y cuya captura se viralizó por todo el mundo.
En este contexto de reactivación de la controversia se maximizaron las investigaciones, porque se sabe que todavía resta una montaña de pruebas de lo que cocinó Icardi con Suárez, esa relación clandestina. Y en esta ocasión se filtró un chat de Mauro a la representante de la China, su booker en la agencia de modelos Multitalent.
Todo esto brotó de las entrañas de la mano de Luli Fernández, que en Socios del espectáculo mostró la conversación del delantero con esta persona de confianza de María Eugenia. “Estas capturas demuestran, que cuando explota en WandaGate, Mauro estaba desesperado por contactar al círculo más íntimo de Wanda, para que lo ayuden a hacerla reflexionar y que le llegue el pedido de perdón”, expresó la panelista.
Icardi le escribió a la representante de la China en búsqueda de aplacar todo el ruido y le dijo: ”Escribo por acá porque mi Instagram lo cerré. Quería hablar con vos porque le están llegando a Wanda muchas mentiras y muchas barbaridades que no son reales”.
La amiga de la China nunca le respondió y en un segundo mensaje, el infield Mauro Icardi le puso: "Quiero recomponer mi familia, fui un estúpido por hacer lo que hice, no se lo merecía ni Wanda, ni mis hijos. Yo le conté toda la verdad de lo que pasó”.