Los secretos detrás de Chernobyl, la serie de la que habla todo el mundo – Revista Paparazzi

Los secretos detrás de Chernobyl, la serie de la que habla todo el mundo

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Es Chernobyl, con su extraordinaria recreación de la catástrofe nuclear ocurrida en 1986, la mejor serie de la historia? En el reconocido y prestigioso sitio Internet Movie Database (IMDb), considerado en todo el mundo La biblia del cine y que permite a los usuarios poner puntajes a todo lo que ven, nació la polémica: más de 253.000 críticas la hicieron llegar a un casi perfecto 9,7 (al cierre de esta edición estaba en 9,6) con el que superó nada más ni nada menos que a Game of Thrones y a Breaking Bad, las que completan el podio soñado, lugar del que salió Band of Brothers. En Paparazzi no nos proponemos responder la pregunta –quedará para un próximo ranking– sino acercar datos, curiosidades y perlitas que permitan a la gente conocer y disfrutar un poco más esta historia llena de tensión, suspenso, dolor y drama. 
 
 
HBO, uno de los gigantes estadounidenses de la industria, se alió con la británica Sky para encarar la producción. Se hizo cargo de los costos de filmación, traslados y de la elección de la mayor parte del elenco. Así se garantizó la transmisión pero también cuestiones de logística en Europa, donde se iba a filmar por lo menos el 95 por ciento de las escenas. El proyecto nació en julio de 2017.
 
 
La idea original de rodar al menos una parte en Prípiat fue rápidamente desechada por cuestiones lógicas: aún es alta la radiación allí y todavía existe la zona de exclusión que permite estar sólo ocho horas alrededor de la planta. El verdadero nombre de la estación nuclear es Vladimir Lenin, pero todos la conocemos como Chernóbil por el pequeño poblado ucraniano donde funcionaba. Para que vivieran todos los que trabajaban en sus cuatro edificios nació Prípiat, a dos kilómetros de distancia, una ciudad que llegó a tener 50.000 habitantes pero que 33 años después permanece desierta y en ruinas. Tres días después del accidente fue evacuada por completo.
 
Y así continúa. La acción, entonces, se filmó en Vilna, la capital de Lituania –otro país que perteneció a la Unión Soviética– y en la central lituana de Ignalina, a la que en su momento se llamó “la hermana de Chernóbil”, por sus características similares. 
La filmación comenzó el 13 de mayo de 2018 y se extendió a lo largo de 16 semanas. En cuatro meses, listo el pollo. Quedaban las tareas de posproducción. Pero hubo una tarea previa que fue inmensa y rigurosa, claro. Para escribir el guion fue contratado Craig Mazin, que se había destacado en Locura en Las Vegas. Para dirigirla, el elegido resultó Johan Renck, que ya venía con experiencia en series, pues había estado al comando de Bloodline.
 
Se consideró clave la música: debía acompañar con criterio y puntillosidad tanto los momentos de máxima tensión como los interminables silencios de cada capítulo. La tarea recayó en la islandesa Hildur Gudnadottir después de que el primer elegido, su compatriota Jóhann Jóhannsson, falleció en Alemania tras combinar cocaína con medicamentos.
 
 
La elección de los papeles protagónicos no fue sencilla. Para interpretar al duro “Camarada Boris Shcherbina” (funcionario del Kremlin que tuvo a su cargo la resolución del accidente) fue convocado el sueco Stellan Skarsgard, de dilatada trayectoria tanto en series (River, imperdible) y en películas (Kraftidioten, una joyita). El rol del heroico “Profesor Valeri Legásov” cayó en las manos del inglés Jared Harris. La siempre eficiente Emily Watson interpretó al único personaje ficcionado de la serie, la científica bielorrusa Ulana Khomyuk. El temible y hermético Anatoli Diátlov, quien estaba a cargo de la prueba de seguridad que provocó la explosión, fue llevado adelante por Paul Ritter.
 
 
La serie provocó tal fenómeno mundial que se multiplicó varias veces el turismo de alto riesgo en toda la zona. Los hoteles habilitados allí no dan abasto. Aun en medio de la crisis que afecta a la Argentina, TN rompió el chanchito y mandó a Nelson Castro a preparar una serie de informes desde Prípiat. Rusia ya anunció que prepara su propia versión de lo sucedido. Allí, el responsable de la explosión será un agente de la CIA. 
 
 
Lo único que se le critica a la serie es el idioma: está hablada en inglés y no en ruso, que sólo se respeta en algunos mensajes muy puntuales. Hay un motivo: el público estadounidense no consume producciones en otra lengua que no sea la suya y no aguanta los subtítulos. La estrategia dio resultado: el rating fue aumentando capítulo a capítulo, y de las 700.000 personas del primero se llegó a los casi 2 millones del quinto y último. En inglés, en ruso o en chino, Chernobyl está buenísima y vale la pena verla. 
 
 

Chernobyl, la serie furor

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