Con la situación judicial de Felipe Pettinato aún no definida y mientras permanece internado en una clínica psiquiátrica del oeste del conurbano bonaerense, trascendieron una serie de audios impactantes donde el controvertido artista, protagonista la semana pasada de una tragedia en su departamento que le costó la vida a un médico amigo suyo, confiesa una difícil situación personal y familiar.
Los audios fueron difundidos por el programa El Run Run del Espectáculo, que conducen Lío Pecoraro y Feranando Piaggio en Crónica tv, y si bien permiten escuchar a un muchacho de voz pausada y hasta serena, llaman la atención por su contenido tremendo y dramático.
Aunque no se reveló quién era el destinatario de los mensajes, queda claro que es alguien que en algún momento fue compañero de trabajo de Pettinato. "La última persona con la que trabajé feliz fue con vos, gracias a vos" repite dos veces el muchacho. Después, asegura que "Lamentablemente aquel show no se pudo hacer", y los motivos por los que se debió postergar empiezan a ser espeluznantes.
"A pesar de que lo intenté. Seguí ensayando tres días más con las piernas quemadas hasta que me tuvieron que operar las piernas cinco veces", relata Pettinato de manera textual. "Y bueno, se sucedieron varias desgracias que ehhh...", agrega enseguida.
En otro mensaje, lo primero que hace es preocuparse por su interlocutor, pero luego lo ametralla con sus dramas. "¿Cómo estás? Yo un poco despelotado con temas familiares. Sobre todo una cuestión que vengo arrastrando desde diciembre que es un proceso infeccioso postquirúrgico. Pero bueno, en algún momento me tenía que salir mal, es así, en la nariz. Y me volví bastante fóbico".
Luego, se adentra en sus penurias y cuenta que "Dejé de salir con la chica con la que estaba saliendo, la nariz se me deformó, y bueno, cada 15 días antibióticos. Pero no importa... bah.... El punto es que te hablé muy esperanzado pero no pensé que te ibas a interesar tanto en mi situación". La semana pasada se incendió el departamento que Felipe Pettinato habitaba en la calle Aguilar al 2.300, en Belgrano. En la vivienda sólo había dos personas: él, que escapó prácticamente ileso, y el neurólogo Melchor Rodrigo, quien falleció en extrañas circunstancias que son motivo de investigación y que podrían complicar la situación judicial del hijo de Roberto Pettinato.