Transcurrió la primera semana del reality, con una repercusión notoriamente menor a la idealizada en los pasillos de Telefe, aunque con el plafón suficiente para liderar el rating. Gran Hermano ya transitó por un periodo necesario de convivencia forzada entre los veinticuatro participantes.
La tristemente célebre mancha de la primera eliminada recayó sobre Delfina De Lellis, que no pudo cumplir su sueño de demostrarle al mundo que las modelos poseen muchas virtudes y el suficiente coeficiente intelectual más allá de la belleza física.
La oriunda de Tres de Febrero estimuló a una montaña de espectadores para destinarle sus votos, por eso se retiró con un altísimo porcentaje en la primera gala de eliminación. Evidentemente, su nombre quedará en el inconsciente colectivo y paseará por los estudios de televisión en los próximos días.
Una de las secuelas dentro de la casa se produjo en Luciana Martínez, quien padeció los comentarios nocivos sobre su elección sexual a lo largo de este puñadito de días de compartir las instalaciones del programa. Por eso, la patagónica se alegró, en cierto modo, de su salida.
LUCIANA SE ALEGRÓ DE LA ELIMINACIÓN DE DELFINA
La confirmación de su sensación positiva del abandono de Delfina se exteriorizó en una charla que mantuvo con Santiago Algorta, donde su compañero le recordó las críticas que manifestó la eliminada respecto a su persona. “Veía que en la cortita tiraba muchas cosas que no”, expresó.
Hasta que finalmente Luciana soltó la definición más picante de la eliminada y sus comportamientos, sus actitudes en la casa. "En todos lados era cancelable. Ojalá que salga, se mire y le sirva para aprender”, aseveró la mujer que se animó a mostrarse tal cual es en Gran Hermano.
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