Tras algunas señales que comenzó a recibir en medio de la pandemia, y que se fueron acrecentando, el año pasado el reconocido y destacado diseñador Benito Fernández se vio sumergido en una profunda depresión luego de una seguidilla de episodios que terminaron por desestabilizarlo por completo.
Es que además de esa parte emocional y personal, a Benito Fernández se le sumaron problemas financieros, el cierre de su local principal y denuncias por despido lo cual lo llevaron a internarse en la clínica Abril. No obstante, a todo eso, se sumó el distanciamiento de su hijo Lucas, lo cuál al día de hoy le significa un gran dolor.
Lejos un poco de lo que a la exposición mediática refiere, en las últimas horas el modisto reapareció en A la tarde y rompió el silencio. A fin de profundizar en su situación y contar en qué estado se encuentra hoy, compartió: “Yo estuve con una depresión absoluta, en el pozo más negro que se puede imaginar”.
“El tema mío era que mi padre se suicidó cuando yo tenía 30 años, mi madre murió hace ocho, mi hermano hace cinco, entonces me quedaban mis hijos, y a veces uno, por no pasarles las cosas, no quiere pasarles problemas. A mis dos hijos los perjudiqué mucho. Fue una bomba que explotó, exploté yo y la empresa", sumó.
LA LUCHA DE BENITO PRO RECUPERAR A LUCAS
Fue entonces que Benito se refirió a la actitud de Lucas de alejarse de él y de todo, apostando a una nueva vida en suelo carioca. En cuanto a ese quiebre en el vínculo, el diseñador remarcó: "Él se fue a vivir hace seis meses a Brasil porque tiene un amigo que tiene un hostel allá”.
“Me cuesta más restablecer la relación con él. La verdad es que lo amo, mis hijos son los amores de mi vida, pero es más difícil. Con Marina no porque se quedó acá. El no hablar con mis hijos y encerrarme los fines de semana a oscuras... cuando venían, ellos me levantaban la persiana. Yo tendría que haber hablado con ellos porque los terminé perjudicando más", reconoció Fernández.
