Luis Novaresio pasó por el móvil de Implacables y habló sobre los diferentes aspectos de su vida, en donde lo más destacable fue que hace poco cumplió un nuevo aniversario con su pareja, pero, el momento más emotivo llegó minutos más tarde, que fue cuando recordó a Gerardo Rozín.
En todo momento el periodista trató de mantener la compostura, ya que se había quebrado en vivo recordando a su amigo. Como contrapunto de la nota, fue que evitó en todo momento hablar sobre las recientes peleas que tuvo, siendo la última la de Luís Majul.
Sobre su pareja, Novaresio contó: "Yo estaba en contra del matrimonio, cosa que sigo creyendo cuando uno deba casarse como para realizarse. Los dos no creíamos en el matrimonio, pero nos casamos porque nos pareció un usar las formas de la sociedad para celebrar lo que nosotros queríamos, que es la historia que estás enamorado".
"Cuando se cumplió un año, yo escribí sobre esto, que es la posibilidad de demostrar que uno puede instalarse en una institución, que aparte te da mucha protección jurídica para un montón de cuestiones, pero corriendo los límites de esto, nosotros estamos casados porque nos pareció que era un modo de saludar con los ritos que tiene la sociedad, este amor que tenemos", sumó.
"Argentina es homofóbico, como antisemita, como racista, etcétera, etcétera, nosotros tenemos el privilegio de vivir en esta ciudad, que como no porteño quiero decirles que la ciudad de Buenos Aires es descomunal, de vanguardia, bella, moderna, diversa, en donde vos podes tener un respeto por la diversidad, pero te vas saliendo un poco de las grandes ciudades y todavía señalar con el dedo funciona", remarcó.
Sobre Gerado Rozín y el momento en el que se enteró de su enfermedad, Luis Novaresio comentó: "Yo no tuve la valentía de ir a despedirme, él me avisó que estaba enfermo, tenía miedo de ir a ponerme a llorar con él y la verdad es que estoy arrepentido de no haberme acercado a ponerme a llorar si hacía falta".
En PH, Novaresio habló de cómo era su relación con Gerardo Rozín: "En Rosario nos cruzamos y cuando vine para acá nos juntamos con Reynaldo (Sietecase). Era amigo y tengo una especial cuestión porque no tuve la valentía de despedirme de él. Daniel Hadad me contó de su enfermedad, sabía que era inevitable. Me tocó acompañar mucha gente hasta el final y no… me parece injusto lo que le pasó a Gerardo".
"Lo llamé y se enojó porque no lo había llamado antes. Con toda razón. Quedamos en vernos, yo soy difícil y no fui. Me di cuenta después de que falleciera que fui un cobarde y cagón por no poder enfrentar esta historia. Daniel me dijo que Gerardo quería hablar y que me nombraba a mí y a Reynaldo todo el tiempo, a los rosarinos. Estoy recontra arrepentido, y yo todo el tiempo filósofo sobre el sentido de la muerte, pero no supe hacerlo en este caso ni estuve a la altura", cerró.
