Alejandro Fantino, el conductor del programa, tuvo que buscar un casco y ponérselo en la cabeza. No estaba exagerando: era tan fuerte lo que decía Luis Ventura de Mercedes Ninci que la guerra de periodistas, tan de moda en estas épocas, estaba llegando a su punto de máxima ebullición. "Protegerse" no estaba de más.
En Fantino a la tarde, el peculiar ciclo que lidera el santafesino, discutían sobre el anunciado casamiento de Carlos Menem y Zulema Yoma: la semana pasada, la información que dio el doctor Mauricio Dalessandro, otro de los panelistas, era que iban a contraer enlace de nuevo en un "gesto de amor" de dos adultos mayores.
Pero en las últimas horas trascendió que el casamiento, finalmente, quedaba suspendido. Marcela Tauro dijo que a partir de la información del abogado, Mercedes Ninci se comunicó con Zulema Yoma para chequear el dato. Zulema se lo negó, y ahí se armó la pelotera.
En el programa todos decían lo suyo más o menos en un marco de tranquilidad, hasta que le tocó el turno a Luis Ventura. Vaso en mano, el presidente de Aptra estalló en cuestión de segundos, como esos autos que tardan "nada" en acelerar de 0 a 100.
"Miren, si la fuente es Mercedes Ninci entonces no tengan dudas que es mentira" arrancó Ventura, dispuesto a todo desde la primera palabra. Casi a los gritos, siguió: "Es un mamarracho de la profesión. Tira una bomba un día y al otro día sale a desmentirla".
Sorprendido por la reacción de Ventura, Dalessandro dijo "ehhhhhhhhhhh" y Fantino intentó salir a defender a Ninci. "Luisito, Luisito, por favor, yo trabajé mucho tiempo con Merecedes en Radio Mite y si bien no soy amigo, te puedo decir que la vi trabajar bien" le dijo el conductor.
"¡Y yo la vi trabajar muy mal, Alejandro!" irrumpió otra vez Ventura para dejar en claro que no le iban a cambiar la opinión. "Fui compañero de ella. Súmenle los quilombos que tiene desmintiendo todas las barbaridades que dijo. No puedo permitir que la citen como fuente. Luis Ventura firma, es mi opinión y me hago cargo".
Desde ayer, el programa se hace de una manera diferente de la habitual. Por un caso de Covid en el equipo de trabajo, todos fueron aislados y salen al aire desde su casa, en un sistema que a veces provoca que los panelistas se pisen, pero también estas confrontaciones imperdibles.
