De alguna manera, la historia es impactante. Entre el nacimiento de Diego Armando Maradona (30 de octubre de 1960) y el de Eugenia Laprovíttola (11 de julio de 1995) pasaron 22.288 días. Los dos ocurrieron en el mismo lugar: la sala de partos del hospital Evita de Lanús. Ahora, cuando recién se cumplió un mes y medio del fallecimiento del ex futbolista, la joven quiere saber si es su hija.
Luis Ventura, acaso el periodista mejor informado en todo lo que tiene que ver con "los casos Maradona", la presentó en la última emisión de Secretos verdaderos, el programa que conduce todos los sábados por América. Según él, mantuvo varios contactos con ella y con sus familiares y todos dijeron que "no quiere participar de la sucesión. Sólo pretende saber su filiación, si su apellido es Maradona".
De acuerdo al informe -que incluyó fotos y videos de Eugenia cantando- el lugar de nacimiento no es la única coincidencia entre la muchacha y Maradona. Ella es fanática del fútbol, lo juega -intentó jugarlo de manera federada- es zurda y usa la camiseta número diez, la misma que se ponía el mejor de todos los tiempos, por "decisión propia porque nunca sintió que pudiera ponerse otra".
Eugenia tiene 25 años, juega al fútbol, es zurda, siempre usó la 10, se recibió de ayudante farmacéutica, estudio periodismo deportivo, es fana de Gimnasia, vive en Berisso y hace poco le contaron que su papá podía ser Diego Maradona.
Eugenia pudo conocer a Diego cuando él asumió funciones como entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, club del que ella es fanática. Entonces, según Ventura, no le habían contado que podía ser su padre. Sin embargo, ella le decía a todo el mundo que había quedado impactada "con el sentido humano" de Maradona más que con el ídolo al que pudo acceder.
En un punto, la historia de Eugenia es similar a la de Magalí Gil, otra chica que pugna por saber si su papá es Maradona: al poco tiempo de nacer su madre la dio en adopción. Creció con sus padres del corazón, que le dieron su apellido, de algún parentesco con la dirigente política Margarita Stolbizer.
En otro punto, su historia de vida se roza con las de otras hijas e hijos de Diego. La mamá biológica de Eugenia era mesera en un bar-restaurante al que Diego iba con frecuencia. Igual que la mamá de Jana Maradona, igual que Laura Sibilla (quien deice que su hijo Matias es fruto del romance con Diego) y como la mamá de Santiago Lara, el otro joven platense que pelea para saber si es hijo del 10.
Eugenia terminó el colegio secundario dando exámenes libres ya que no tenía forma de compatibilizar los horarios escolares con los de los entrenamientos de fútbol. Después se recibió de Ayudante farmaceútica y hasta llegó a empezar la carrera de periodismo deportivo, pero por el momento la abandonó. "De alguien saco mi carácter frontal y combativo" decía ella. Hace poco le contaron que podía ser hija del Diez. Y quiere saberlo.
Muchas veces Eugenia dijo que "de alguien tengo que sacar esta personalidad frontal y combativa". Cuando supo que podía ser hija de Diego se propuso averiguarlo. "No quiere participar de la sucesión, sólo conocer su identidad" contó Ventura.
Aunque hace un tiempo que está afincada en Berisso, en las próximidades de La Plata, durante su vida vivió en Lezama, Chascomús y Dolores, localidades muy famosas por estar a la vera de la Ruta 2 y forma parte del camino que une a la ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata. Según Ventura, precisamente no busca "plata". Sólo saber quién es.
