Maite Peñoñori decidió armar las valijas e irse a los Estados Unidos junto a su marido. En el mes de Enero, la periodista comunicó que se iba de LAM, programa en el que era panelista para irse a radicar a la ciudad de Miami. Ella no se fue a probar suerte sino que consiguió trabajo también en el rubro de la comunicación.
"Nos vamos a vivir a Miami. Gracias a todos los colegas que lo sabían hace mucho y me guardaron el secreto. Sigo con Radio Rivadavia y con La Nación. Y se vienen muchas cosas que me tienen muy entusiasmada", explicó en la red social X (Ex Twitter) en su momento.
Sobre su radicación en los Estados Unidos, ella había expresado que "Siempre tuvimos esa idea en la cabeza. Yo tengo pasaporte español, entonces en un momento era como una opción. Sí teníamos en claro que no nos queríamos ir a hacer cualquier cosa porque los dos laburamos de algo que nos gusta que para mí es un privilegio absoluto que no tenemos todos, me costó un montón".
Además agregó: "Yo empecé cuando murió Maradona a colaborar para un programa de allá para El Gordo y La Flaca, hacer notas para ellos, tipo corresponsal. Cuando fui, me invitaron a conocer el canal, súper amorosos". Lo cierto es que ha logrado formar una vida allí y en las últimas horas a través de las redes sociales mostró la casa y el barrio donde se encuentran viviendo con su marido.
LA CASA DE MAITE PEÑOÑORI EN LA QUE VIVE JUNTO A SU MARIDO EN MIAMI
Maite Peñoñori se encuentra trabajando para el medio de comunicación Univisión con quien ya se encontraba trabajando desde el 2020. "Estamos muy bien, muy adaptados los dos, disfrutando de la ciudad, de conocer gente. Con el viaje a Israel conocí muchos periodistas que viven acá en Miami", expresó ella.
Luego agregó al ser una ciudad en la que viven muchos latinos, tanto ella como su esposo se sienten como en casa pese a estar a miles de kilómetros. La periodista compartió fotos de lo que es su nuevo barrio y la vista que tiene su casa directamente al mar.
"Caminar un barrio nuevo, aprender otras reglas para sacar la licencia como a los 18. Conocer gente, escuchar acentos desconocidos. Visitar el mar todos los días. Conversar en inglés con algún vecino", expresaba en una parte del texto que acompañaba a las imágenes de su nuevo hogar.