Nunca lo dijo, al menos en forma pública, pero muy probablemente Diego lo hubiera querido así: después de pasar juntas el doloroso y convulsionado velorio en la Casa Rosada y de darle un último adiós en el cementerio privado de Bella Vista, Claudia Villafañe y las hijas mayores del 10, Dalma y Gianinna Maradona, decidieron dormir en la misma casa hasta que encuentren fuerzas para ir volviendo, de a poco, paso a paso, al ritmo de vida que llevaban hasta el fatídico mediodía del miércoles 25 de noviembre.
Como tantas otras veces, Claudia, Dalma y Gianinna se volvieron una para superar, acaso, el dolor más grande de sus vidas. Al menos en el caso de las chicas. Claudia estaba separada de Diego hacía muchos años (más de 20), se había vuelto a enamorar y quizás en ella los sentimientos transiten por otros carriles. Quién sabe.
En los últimos años, para colmo, Claudia había sido víctima de algo así como una "obsesión judicial" por parte del astro, quien le reclamaba camisetas y otros objetos de valor, llegó a llamarla de formas muy duras (que preferimos obviar por lo delicado del momento) y hasta había dicho que si tenía que ir presa, él no lo iba a evitar. Se supone que, con la muerte de Diego, la cacería judicial encontrará su final.
A Diferencia de lo que sucedió con Diego en los últimos años, que hasta había manifestado ciertas diferencias con sus hijas (por ejemplo, no vino al casamiento de Dalma cuando todo el mundo esperaba que llegara), Claudia, Dalma y Gianinna se movieron siempre como un bloque sólido, unido y monolítico.
Jamás se advirtió una grieta en la relación de la madre con sus hijas. Y si la hubo la mantuvieron en el más absoluto de los secretos. La despedida de Diego las volvió a mostrar unidas, dándose aliento y sosteniéndose una con otra en todos los momentos, pero sobre todo en los más bravos.
La foto de Claudia abrazando a sus hijas la volvió a definir como una leona que está siempre presente para sus hijas. Otra imagen demoledora fue la que contó Gonzalo Asís en Canal 13: uno de los momentos más dramáticos durante el velorio en la Casa Rosada se dio cuando Dalma se quebró y caída en el piso necesito que la contuviera Gianinna para que no terminara en el piso.
Claudia les ofreció a las chicas dormir en su casa, las tres juntas, a esperar que pase la tormenta y se aquieten un poco las aguas. Que se calmen las cosas y puedan ir superando el mal momento. Ellas aceptaron y fueron acomodando sus situaciones familiares para poder cumplir con la idea de pasar estar las tres juntas.
