Marcela Baños es una mujer medida en el mundo del espectáculo. Pero, esta vez, por pedido de Paparazzi, se la jugó y se animó a la sección #SINFILTRO. ¡A escucharla!
-¿Qué relación tenés con la maternidad?
-Claramente no fui mama hasta ahora por decisión propia. Pero hace dos años que me empezó a picar el bichito, empecé a sentir ese deseo de vivir la experiencia de estar en contacto con mi hijo, o mi hija, de vivir todo lo que tiene que ver con la maternidad. Acá estamos, esperando que suceda, felices, contentos. Va a ser cuando tenga que ser, y si no es… no es. Pero tenemos ganas.
-Cuando Susana devolvió a su perrita, fuiste una de las que salio a criticarla, como Nicole…
-Yo hablé de Susana cuando devolvió el perro, es verdad. Cuando vos sos defensora de los animales, ves algo que le puede hacer mal a uno y es como que te ponés “mas power” al defenderlos porque pasás mucho tiempo tratando de concientizar acerca de no comprar peros porque hay un montón abandonados y es muy difícil encontrarles un hogar. Y nos ponemos como muy talibanes, lo reconozco. Me hubiese encantado ver a Susana subiendo historias sobre cómo criaba y trataba de domesticar a Rita en su casa y cómo es el proceso de un cachorro, para que la gente se anime y no les tenga miedo.
-¿Si te gusta alguien, lo encarás?
-No creo. Hace muchos años que estoy en pareja y estoy fuera de las pistas. Pero no me veo. Sí haciéndome la chistosa, jugando, pero encarando así de una, no.
-¿Un momento incómodo en la tele?
-Sin dudas, el de Ricky Maravilla con el Mago sin dientes. Me dio mucha gracia. Ese momento del final, en el que íbamos a contarle que era una cámara oculta, que en realidad él ya lo sabía, fue cuando le pegó la trompada. Me agarró tan de sorpresa, porque eso era posta, y le dije “gracias por la buena onda”. Le acababa de dar una piña a un compañero y le agredecí. Inolvidable.
-¿Karina o el Polaco?
-Ah, ustedes quieren que yo tenga problemas con la movida tropical. Son dos grandes artistas, pero muy diferentes. Ella hace cumbia santafesina y le canta al desamor, es más romántica. El le canta a las solteras, a las casadas, a los bolicheros, a todos. Tengo más vínculo con él porque es más accesible. Viene al programa, cada tanto charlamos, en cambio a ella no la veo, no viene, no hablo por Whatsapp. No tengo relación. Por eso le elegiría a él, porque a veces hablo, pero está todo bien con los dos.
-¿Qué famoso te ratonea?
-Un actor español que se llama Iván Sánchez, que es un potrazo total. Yo lo conocí en Señorita pólvora, donde hacía de M8, que me encantó. Con mis amigas lo seguimos en las redes, que se yo, pavadas. Está buenísimo.
-¿Qué te hubiera gustado ser si no hubieras tabajado en los medios?
-Piloto de avión. Me parece un flash volar, tantos botones, toda la maquinaria en sí. Aparte, viajar por todo el mundo por tu trabajo debe ser fantástico, y representa una responsabilidad tremenda. Me hubiera encantado, y lo habría hecho muy bien, ojo
-¿Qué te pasa si te decimos el nombre de la Tota Santillán?
-Nada. No me pasa nada. Le deseo lo mejor y que pueda ser feliz, recomponer su vida y que esté todo bien con sus hijas.
-¿Empezaste a hacer algo en la cuarentena?
-Retomé mis clases de canto, empecé a estudiar inglés charlando con una profesora, y en general le empecé a prestar atención a mi casa. También la cuarentena logró que hiciera gimnasia en mi casa, algo que me parecía imposible.
-¿Qué significa para vos ser la conductora de Pasión?
-Disfruto hacerlo. Es un programa que recorre todo el país porque los artistas que tocan lo hacen. Es meternos en la casa de la gente durante tantos años. Pasión lleva alegría a la gente. Y ahora, claro, extrañando muchísimo a las bandas tocando en vivo: quiero que esto pase y volver a bailar cumbia.