Sin duda, la experiencia cuenta. En todos los ámbitos de la vida, ya sea en el plano personal o en el profesional o en las relaciones y en los vínculos de todo tipo, los conocimientos previos tienen peso propio. No solo por la información que incluyen sino por lo que ayudan a mejorar el camino. Y para Marcela Kloosterboer (36) su segunda maternidad incluye estos beneficios.
No sólo porque entiende y sabe muchas de las cosas que pasan con un bebé (Otto, su segundo hijo, transita sus primeros tiempos de vida) sino porque cuenta con una ayudante de lujo, Juana, su primera hija, aparte de la colaboración del papi de la familia, Fernando Sieling. Y eso hace que la actriz esté chocha de la vida con haber vuelto a ser mamá, un deseo que arrastró durante un tiempo y que hoy lo ve concretado en su hermoso bebé de ocho meses.
Por eso, sus días –y también noches, claro– son a pura actividad, disfrute, dedicándole el tiempo necesario a cada tarea. Porque la rubia – más platinada que de costumbre– está de regreso al trabajo y organiza su vida diaria en base a las horas de grabación que le requiere Separadas (es una de las siete mujeres que se ven afectadas por un fraude inmobiliario y eso las sume en una profunda crisis), la nueva ficción de Pol-ka, que reemplazará a Argentina, tierra de amor y venganza, en el prime time.
Paso a paso...
Para volver con todo, Marce se encargó de recuperar su figura, algo que no le costó mucho gracias a los ejercicios y las corridas que implica ser mamá de dos criaturas y de su elección por la alimentación vegetariana. Incluso, ya se la vio en redes sociales con sus curvas de siempre, súper sexy, apostando a dorar su piel a la luz del sol, en su casa de Benavídez. Y cada vez que lo considera pertinente, sus hijos la acompañan a los estudios en que se graba la novela, donde también comparte sintonía con Agustina Cherri, que también tiene un bebé con pocos meses de vida.
Pero lejos de las horas de trabajo, Kloosterboer es partidaria y defensora de dedicarles, por lo menos, media hora, todos los días, a tirarse en el piso para jugar con su bebito y también con la nena. “Mirarlos, escucharlos, divertirme con ellos es una de las formas que encuentro de demostrarles lo importante que son para mí”, definió ella.
Y a la hora de cumplir con los típicos rituales de alimentación y de cambiado para el peque, Juana, de casi tres añitos, es la ayudante perfecta. La nena siente amor incondicional por su hermanito y hasta le juega para que se divierta. Coopera cuando la artista amamanta y está pendiente de cada uno de los detalles al momento de cambiarle el pañal a su hermanito, varias veces al día.
Y como si fuese poco, aparte de dedicarle cariño, atención y amor a su esposo, Marcela no deja de estar atenta a su marca de zapatos y de carteras de cuero ecológico, más en un mes en donde, se supone, las ventas se incrementan a consecuencia de las fiestas de fin de año. Y, como si fuese poco, también se hace tiempo para compartir reuniones con amigas, algunas de ellas del medio artístico, como Violeta Urtizberea, quien también fue mamá hace poquito. Más que mamá 2.0… mamá 5.0, porque las hace todas.