Es, sin dudas, el tiempo de las mujeres, por las luchas y los logros que se pudieron o podrán conseguir, y porque su voz está en alza. Marcela Kloosterboer (36), actriz, mamá por dos y esposa que fue creciendo como lo hizo en su profesión, hoy es una de las siete protagonistas de Separadas, la nueva apuesta de Pol-ka, la ficción que promete imponerse en el prime time de El Trece, en pleno proceso de empoderamiento femenino.
“Es un momento de ebullición hermoso, me encanta. Siento un poco de respeto por todos, también. En lo personal siempre fui muy segura y plantada y siento que el hombre está recibiendo esto que pasa de forma positiva y contundente. Es un cambio de todos, tanto de hombres como de mujeres, de desaprender algunas cuestiones, desacostumbrarse de otras, desnaturalizar pequeños o grandes maltratos. Las mujeres somos pulpo, podemos un montón de cosas: criar hijos, trabajar, estar en mil cosas, y merecemos respeto y un lugar de igualdad. En nuestro caso, somos siete minas que laburamos desde hace muchos años. Con Agustina, en lo particular, me levanto a las seis y media después de haberme despertado cada dos horas para dar la teta a nuestros hijos. Llego y me ocupo de mi familia, como cualquier mujer que va a laburar”, enfatiza la rubia.
“No me gusta el feminismo militante que va al choque todo el tiempo. Creo que no hay que chocar contra nada. Hay que seguir floreciendo como mujeres, que es un gran momento para nosotras, de unión. Está bueno repensar ciertas cosas: las críticas entre mujeres, cómo ir cambiando eso por un poco más de empatía, apoyo, compañerismo, sororidad, como dicen… Tenemos que defendernos, no atacarnos”, sostiene y proclama quien se puso en la piel de Luján Alcorta, abogada especialista en divorcios que sólo patrocina a mujeres y que se embarca en romances imposibles.
Juntas a la par. “La ficción va paralela a la realidad y a la sociedad. Todo lo que está pasando hoy con las mujeres en la sociedad también es el lugar que se les da en la televisión, en el cine o en donde sea… Igual, falta mucho, más en los trabajos comunes. La tele está muy avanzada pero tengo amigas que en sus trabajos no tienen lactarios, se tienen que sacar la leche en el baño, y es una cagada. Situaciones que como no son laburos tan visibles como el nuestro por ahí no lo pueden exponer. Pero está todo cambiado, y bienvenido que así sea, porque la mujer de hoy trabaja a la par del hombre y, quizá, no es lo que pasaba cuarenta años atrás. Entonces, hay que equiparar”, reflexionó en voz alta la esposa de Fernando Sieling y mamá de Juana, de tres años, y Otto, de casi ocho meses.
Lejos de la separación. “En este grupo de trabajo hay, justamente, sororidad. Hay poca histeria, cada una está ubicada en su lugar y hay buen compañerismo entre todas. Organizamos desde que nos pusimos cada una para la presentación de la tira hasta mandarnos la foto y hablar de distintos temas. Nos apoyamos entre nosotras, no está el ego mal manejado. Incluso, las siete tenemos un grupo de WhatsApp que se llama Nosotras solas, porque tenemos varios grupos de trabajo. Ya mandamos algo al grupo que no teníamos que hacerlo…”, cuenta, entre risas.
“En otras épocas, la definición de separada se relacionaba con el marido. Hoy es separada de su profesión, de los mandatos sociales, de sus hijos, de su marido, pero no exclusivamente de un hombre. Y en la ficción se refleja que ante los conflictos se unen las mujeres, como podría pasar entre los hermanos”, repasa, con la tira ya al aire, Kloosterboer.
“Antes el hombre era el protagonista, el que tenía el sueldo más alto, el que conseguía el mejor cartel. Nosotras, de alguna manera, acompañábamos. Celebro que en los últimos años eso haya cambiado”, suma, pensativa, respecto a la equidad lograda quien comparte estelaridad con Agustina Cherri, Gimena Accardi, Celeste Cid, Mónica Antonópulos, Julieta Nair Calvo y Julieta Zylberberg.
“Estoy a favor de la legalización del aborto, de proteger a la mujer, de proteger su vida. Pero por momentos sentí que no era una causa como las que me convocaron desde la raíz, en las que participé y que también eran fuertes o con temas polémicos, como el uso de las pieles y otras cuestiones del medio ambiente. Entonces, elegí mantenerme un poco al margen, no salir a opinar tanto. Tampoco tengo la obligación de hacerlo con todos los temas, pero estoy ciento por ciento a favor de que no sea ilegal el aborto”, remarcó Marcela.
Durante el año es de esperar que la Justicia tome una definición y Separadas, desde su rol ficcionado, quizá no esté al margen de la resolución. “Está hablado entre nosotras que los personajes serían pañuelo verde o celeste, pero no más que eso… Y no creo que sea responsabilidad de un programa de televisión hacer una bajada de línea. Si entra, que no es decisión nuestra, que sea como un tema de agenda. No sabemos cómo va a ser la profundidad que tenga porque no está escrito todavía, tenemos un largo año por delante”.
Todoterreno. La madre reparte su tiempo entre las horas de grabación y la reciente llegada de su segundo hijo, aparte del resto de su familia y ocuparse de ella como mujer.
“A Otto lo dejo en casa porque es un poco más grande. Al mediodía me lo traen mi prima o mi tía, que me lo cuidan, y le doy la teta y se queda acá o nos volvemos juntos. Vamos arreglando día a día pero, por contrato, está pautado que tengamos horarios más limitados, y es una ventaja, a diferencia de las mamás que tienen que dejar a sus bebés en una guardería. Esta maternidad la estoy disfrutando mucho más que la primera porque hay menos miedos, presiones y autoexigencias. Estoy más relajada y puedo vivirla de otra manera. Y exigirle menos porque está la otra a los gritos…”.