Marcelo Polino durante años estuvo sumergido en una lucha por poder adoptar un hijo, y luego de una década ese sueño se esfumó. En su visita al programa de Mirtha Legrand, contó detalles sobre toda esa situación y la increíble ayuda que le tendió Luciana Salazar.
Luli y el periodista de espectáculos mantienen una relación de años. Pese a las polémicas que involucran a uno y otro, lo cierto es que supieron hacerse muy amigos. Visibilizando su relato respecto a la espera por un chico, Marcelo comentó lo que tuvo que pasar.
“Primero no me daban y cuando empecé a contarlo acá, me empezaron a llamar y a ofrecer grupos de hermanos. Me llamaron para darme cuatro hermanitos, después cinco. Yo, al no tener una estructura familiar, no me podía hacer cargo de cinco niños”, destacó Polino.
Aunque el deseo que tenía era muy fuerte, por un tema de tiempos, proyecto y edad, Marcelo lo corrió del eje de su vida. Pero dentro del aprendizaje que eso le dejó, pudo rescatar a grandes personas que fueron parte del proceso.
Mantenerse a la espera durante tanto tiempo no fue nada fácil y allí estuvieron sus amistades. Principalmente Luciana, con ella hoy tiene un vínculo que los transforma en familia por su hija Helena, quien tiene como padrino al jurado del Bailando.
LA LUCHA DE MARCELO POLINO POR ADOPTAR
“Pero ahora soy padrino de Matilda (Salazar), que la amo, y estoy re cerca del hijo de Flavio Mendoza; así que me llevo la mejor parte porque los agarro cambiaditos, me los llevo a ver los shows, les compro cosas ricas y se los devuelvo cansados y malhumorados a los padres, pero la pasamos bien”, destacó Marcelo.
Y una de las preguntas más tajantes de la noche fue cuando Mirtha le consultó si era cierto o no que Salazar le ofreció donarle óvulos y confirmó que sí: “Es correcto, pero yo ya había dejado las carpetas porque estaba harto de dar la prueba cada dos años, ya había nacido Matilda. Luciana me invitó un té y me contó que había hablado con su familia y que su decisión era ofrecérmelo, y yo le agradecí porque mi idea era adoptar porque quería dejarle todo lo que había logrado en mi vida a alguien que tuviera carencia”.