El escándalo que protagoniza el tercero Chato Prada-Marcelo Tinelli-Fede Hoppe crece día a día y minuto a minuto. La gente sigue atentamente los coletazos de la pelea un poco por la sorpresa que causó y otro tanto por el asombro y la curiosidad que provocan ver en guerra a dos o tres ex amigos de toda la vida. El último trascendido informa que Tinelli tomó una decisión urgente ante el cariz y la dimensión que estaban adquiriendo los acontecimientos.
Según contaron en Socios del espectáculo, uno de los pocos programas que le han dado amplia difusión a este tema, la cosa se puso tan pero tan espesa que Marcelo Tinelli le bajó una orden "de cumplimiento irrestricto" a la parte de la tropa que todavía le responde: "de este tema no se habla más, ni se dan más datos en off a nadie. Todos abroquelados para defender la empresa", exigió el muchacho de Bolívar.
La "empresa" es "Laflia", aquella que continuó a Ideas del Sur después de que Tinelli se desprendió de su mayoría accionaria. Por debajo de Marcelo, desde siempre, actuaron tanto Prada como Hoppe. Parecían laderos inquebrantables en su relación y en su fidelidad al líder del clan. Parecían, bien dicho: en el comienzo de esta semana, un tuit del influencer periodístico Nacho Rodríguez contó que el Chato había sido despedido de la compañía e inicio una serie de informaciones tremendas acerca del conflicto.
"Lo cierto y concreto más allá de que se desmintió que hayan echado al Chato -informó Rodrigo Lussich hoy- es que Prada y Hoppe están distanciados muy mal hace más de un año, casi un año y medio, y la cosa fue tan fuerte y tan grave que hicieron toda la temporada del Bailando sin dirigirse la palabra. Nada, ni se miraban porque en donde se cruzaban la mirada podía pasar cualquier cosa".
FEDE HOPPE Y EL CHATO PRADA CASI SE AGARRAN A TROMPADAS
"¿Para tanto?" jugó a estar sorprendido Adrián Pallares, coequier del montevideano en ese y en otros proyectos laborales. "Con decirte que en un momento fue tan tirante y tan escandaloso todo que estuvieron a punto de agarrarse a trompadas. Pero a nada, a centímetros. Los tuvieron que separar, porque si no los separaban pasaba de todo en serio", le devolvió él.
Mientras tanto, en el mediodía de hoy un informa exclusivo de Paparazzi dio cuenta de que el que piió la cabeza de Prada fue el mismísimo Martín Bossi, ya que habría descubierto algunas cuestiones que no le gustaron y que se las trasaladó de inmediato a su gran amigo Fede Hoppe. Hoy, en el círculo íntimo de Marcelo siguen estando tanto Hoppe como Bossi, y parece no haber rastros de Prada. Inimaginable una semana atrás, hoy es realidad.
