Las semanas se amontonan, y configuran un periodo de tal extensión que todos los convivientes ya descubrieron la mayoría de los hábitos y comportamientos del resto. Los resguardos, los cuidados, esos secretos no se pueden guardar y así saltó a la luz un reclamo de Marcos a Julieta en Gran Hermano.
Una cuestión mundana, totalmente del universo de la cotidianidad, provocó un diálogo hilarante entre el salteño y la modelo, quienes siempre caminaron bajo las miradas de los espectadores como dos enamorados que no se animan a confesarse sus sentimientos.
En el interior de la habitación, Marcos miró a Poggio y le lanzó un comentario ácido sobre sus aromas, más específicamente los que se producen por la transpiración en los pies. "Está potente el olorcito a pata de la Juli", exclamó el joven del norte del país.
Asombrada, tal vez hasta avergonzada, la morocha trató de desmentirlo rápidamente y se justificó: "¿Qué pata? Yo no dejé mis medias ahí". Y volvió a insistir en que esa prenda no era de su pertenencia, dado que espetó con seguridad: "No, esas no son mis medias".
Un momento peculiar, que se viralizó con fuerza en las redes sociales por el tenor del comentario de Marcos y por la reacción de Julieta, quien lució como culpable de esa fragancia natural de sus extremidades inferiores. Por eso se abrió el debate sobre la veracidad de la argumentación de Poggio.
En esa escena también participó Nacho, quien se rió de la situación, justo él que hace unos días quedó en el ojo de la tormenta al admitir que nunca lavó sus medias desde que ingresó a la casa más famosa de la televisión argentina y fue descubierto por un olor insoportable.
