Con motivo de los 60 años de Canal 13, Los Angeles de la Mañana preparó un programa especial. Tanto el conductor como sus panelistas, por ejemplo, se vistieron de gala. Angel de Brito volvió al traje que había abandonado por atuendos más informales, y todas las chicas (menos Andrea Taboada) se calzaron vestidos como si fueran a una fiesta. La invitada central fue María Laura Santillán, quien hizo un repaso por su larga y rica trayectoria en la emisora.
Además de hablar de mucha gente con la que compartió laburos, de los programas en los que participó y de su propia vida familiar -sobre todo de sus hijas- la periodista contó algunas de las tantas anécdotas que cosechó a lo largo de su permanencia en la emisora, a la que ingresó para trabajar en Fax, el histórico programa que condujo Nico Repetto y que fue un verdadero semillero de la tele.
De Brito le preguntó por el recurso de las cámaras ocultas, que María Laura defendió con fervor. Pero después aclaro que "ojo, que también hicimos un montón de informes con la cámara abierta. Pero un montón eh, que para información de la gente les digo que hacían tanto o más rating que las ocultas".
"Queríamos demostrar que los controles en las fronteras eran muy frágiles, que se podía pasar llevando cualquier cosa encima. Yo la crucé con el documento de Valeria Lynch, así que por un rato podría decir que fui Valeria" recordó María Laura.
En ese sentido, contó que "hicimos cámaras de todo tipo. Bueno, voy a contar una: queríamos demostrar que las fronteras se podían cruzar de cualquier forma y con cualuquier cosa. Que los controles eran prácticamente inexistentes, y que era algo grave, no era gracioso".
"Cada periodista tenía que pasar por un lugar distinto y de una manera diferente. Y yo crucé la frontera con el documento real de Valeria Lynch. Ella se llama María Cristina Lancelotti, y me dio su documento. Y yo pasé la frontera como si fuera ella. Así que sí, por un rato yo fui Valeria Lynch. Obviamente, ella después vino al programa" puntualizó la actual conductora de Telenoche.
"O sea que estás habilitada para ir al Cantando si quisieras" le dijo Karina Iávicoli. "La verdad, no lo había pensado de esa forma" bromeó María Laura, quien repitió varias veces que tiene un complejo con la edad. Por ejemplo, cuando contó que su hija mayor tiene 27 años. "Lo dije, no lo puedo creer" se río ella.