Marian Farjat pasó por una nueva edición de #PaparazziEnCasa, el ciclo de vivos de Instagram, que se realiza todas las noches. La participante de la casa más famosa en 2015 dejó miles de títulos, con su verborragia habitual y su buena onda. Así la morocha infartante recorrió varias temáticas, sin pelos en la lengua.
Cultora de un estilo provocador, tanto en la osadía de mostrarse en fotos, como en la construcción de frases polémicas. Marian no esquivó ningún tópico en la transmisión por la plataforma digital, y entre otros asuntos reconoció las intervenciones quirúrgicas a las que acudió y las motivaciones que la impulsaron a tomar esas decisiones.
Evidentemente, de aquella joven que entró a GH, cuando tenía 21 años, a la actualidad se evidencia un cambio físico notable, con una actividad deportiva notoria y varios retoques como la nariz, los labios y las lolas. Por eso, Marian contó: “Con las bubis me pasaba que había adelgazado como diez kilos, me sentía que no tenía forma. Un día me puse un corpiño y no me gustaba como me queda y me dije que me las iba a hacer. Muchas chicas me preguntan con quién me operé o cuánto me puse. Fue hace un año y medio ya”.
A la hora de transitar sobre las otras intervenciones, Marian describió: “En la boca me puse una vez, también en la frente porque tenía el ceño de enojada y no me gustaba. Ahora hace como seis meses que no me pongo nada”.
Inmiscuida en la charla sobre los retoques estéticos, Farjat deslizó una situación muy peculiar y tiró unas frases que despertaron la atención. La morocha contó: “Con todas las operaciones me volví adicta a la anestesia, que es adictiva. Hay que tener cuidado, es peligrosa. Pero hay una sensación de como que volás, soñaba cada cosa rarísima. Está bueno, pero hay que usarla paras las cirugías”.
ME VOLVÍ ADICTA A LA ANESTESIA, HAY QUE TENER CUIDADO, ES PELIGROSA. PERO HAY UNA SENSACIÓN DE COMO QUE VOLÁS
Apenas soltó esa construcción discursiva, Marian se tentó en la risa, entendiendo que no era correcto, pero quiso dejar en claro que lo llamativo es la sensación que causa la administración de la anestesia.