Mariana de Melo protagonizó otro capítulo del ciclo #PaparazziEnCasa, que son los vivos de Instagram en los que los famosos abren las puertas de su intimidad cada noche. La misionera habló de todo, con mucha altura y sensibilidad, principalmente por el episodio milagroso de salvar su vida en el horrendo accidente de 2007 y todo lo que vino después para ella.
La modelo se sumergió en ese trance complejo y narró con lujo de detalles las experiencias que atravesó en ese momento aciago, en el que un tractor de cosecha aplastó, literalmente, el auto en el que viajaba. “No sé bien lo que pasó, la gente me cuenta que fue algo tremendo. Yo estaba en otro mundo, en el accidente sentí que me fui de mi cuerpo, que estaba en otro lugar, que era divino y en el que sentí un amor y una paz. De repente siento que me agarran la mano, que un ser o una persona decía que no era mi momento todavía y ahí volví”, con estas palabras impresionantes, Mariana rememoró el episodio más traumático.
HE PENSADO EN SACARME LA VIDA, INCREÍBLE QUE LO HAYA PENSADO DESPUÉS DE TODO LO QUE ME BRINDÓ DIOS
La recuperación de la misionera fue milagrosa, no existe un pronóstico que describiera su actualidad, su estado físico impecable. Pero, por más que había superado la muerte, el pos accidente dispuso de momentos muy difíciles. Así lo describió Mariana: “Estaba bien, tenía casa, plata porque cobré un juicio, me había crecido el pelo y me sentía linda. Pero estaba sola, triste, mi familia estaba muy lejos. Me daba cuenta que no contaba con tantos amigos como creía, porque muchos estaban por mi fama y no por mi”.
Tras esa descripción, de Melo se metió en narrar las consecuencias de ese panorama. “Entré en estado depresivo, era un momento crítico y me empecé a empastillar mucho. Estaba como ida, no sé si drogada, porque nunca me drogué, pero no era yo. Ahí he pensado en sacarme la vida. Increíble que después de todo lo que me brindó Dios”, detalló con mucha entereza, sin vergüenza de compartir su experiencia dolorosa.