Mariano Iúdica contó en su programa una sorprendente experiencia espiritual que vivió su hijo Salvador, cuando era chiquito, con su suegra fallecida. En Polémica en el bar, por América, Mariano reveló por primera vez la movilizadora vivencia.
“Si yo no siento que la muerte de mi mamá, mi papá y de mi hermano es para que estén activamente presentes cuidándome, yo me mato atrás de ellos. Sino para qué son todas esas muertes… Yo siento que esa gente que se va, tan cerca, son ángeles guardianes muy presentes que se manifiestan todo el tiempo. Hay que estar con esa vibra y vas a ver que todo el tiempo te van a responder, todo el tiempo están necesitando que le pidas”, comenzó Mariano.
“Con los temas musicales, entro a un lugar donde estaría bien que esté mi hermano Eduardo, y suena en la radio… Entro a un lugar donde tendría que estar mi viejo y suena un tema de mi papá pero de una”, continuó Iúdica, quien comparte una romántica historia de amor con Romina Propatto.
“Yo nunca lo conté esto…. Salvador, una vez, le contó a Romina que lo vino a buscar… Salvador era chiquito y no sabía cómo era físicamente la mamá de Romina. Ella y yo somos huérfanos los dos. La mamá de Romina falleció tenía 15, 16 años, muy chiquita”, contó Mariano, quien también es padre de un hijo adoptivo.
“Salvador contó que estaba mal, en un momento donde recién hablaba, y habló. Dijo que estaba mal, que vino una señora y que era Lili…”, y el conductor hace el gesto de que su mujer empieza con una catarata de llanto. “Y me hizo unas palmadas y me quedé tranquilo”, agregó Iúdica sobre los dichos de su hijo.
“Romina fue a buscar una foto, se la mostró y Salvador le dijo ¨Lili, es ella´. Se me pone la piel de gallina. Después me explicaron que los chicos, hasta los 7 años, tienen eso de que pueden ver a familiares fallecidos”, concluyó Mariano.