Tras varios años de caminar juntos a la par, de lanzarse a la aventura de construir una vida juntos, Alejandro Fantino y Coni Mosquera experimentaron la dulcísima sensación de casarse, en una ceremonia civil que se desarrolló en la ciudad de Bahía Blanca, el pasado 21 de octubre.
Los tortolitos eligieron esa urbe tan importante de la provincia de Buenos Aires porque la joven es oriunda de esa tierra y ahí reside la mayor parte de su familia. El conductor de América no dudó en cumplirle ese deseo y aceptó esa aventura de estampar la firma en el registro bahiense.
Claro que ahora se concretará el siguiente paso para los novios, que será la ansiada boda, para la cual diseñaron una noche con todos los lujos, en un espacio fastuoso en Cañuelas, que se desarrollará el venidero sábado y para el cual asistirán decenas de invitados a compartir la velada mágica.
Lo que no se imaginaba el conductor de América es que Marina Calabró realizaría una especie de denuncia tremenda, que infiere a un accionar singular. Resulta que la periodista saltó en el ciclo radial de Jorge Lanata a describir con lujo de detalles que Fantino no abonará ni un peso para el casamiento.
“En la entrevista que dio a Intrusos me llamó la atención el inusual interés por contar la locación exacta, tremendo canje”, anunció Marina. Todo esto se englobaría en la dedicación de Alejandro en nombrar a la estancia Villa María porque se trataría de una devolución de gentilezas para disponer del espacio de manera gratuita.
Calabró continuó con su información y su análisis de esta capacidad del conductor de evitar desembolsar una erogación importante por el alquiler del lugar y sostuvo: “Igual gran mérito, porque en ese lugar no son proclives al canje, de hecho Luisana Lopilato y Michael Bubleé la pusieron toda”.
