Se sabe: Marina Calabró y Mirtha Legrand no se llevan bien y la cosa viene de años. Por eso, y porque a la periodista nada la detiene cuando se trata de ventilar detalles jugosos sobre la farándula, que esta semana mandó al frente a la conductora con un datazo que nadie conocía.
Todo se dio cuando Marina empezó a hablar en Lanata sin filtro sobre la demorada vuelta de Mirtha a la conducción de su programa, que se dio este sábado, de manera excepcional, secundada por su nieta Juana Viale y con un dream team de invitados, mientras se habla de internas familiares en torno a lo que pasará en 2022.
“¡Volvió Mirtha! ¡Volvió la alegría! ¡Volvió el glamour a la televisión!”, arrancó Calabró, irónica, y agregó: “¡Volvió la Reina Madre!”. Hasta acá, nada raro. Pero luego explicó: “¡Ella odia que le digan la Reina Madre! Pero así la bautizó Chiche Gelblung, vaya a saber hace cuántos años…¡Y para mí es la adjetivación que mejor le cabe!”.
Más allá de este dato filoso de lo que saca de quicio a su “amiga” Chiquita, la columnista de Radio Mitre cuestionó un solo punto de todo lo que se vio en pantalla en esta emisión tan esperada por los fieles seguidores de la señora, que en febrero cumplirá los 95.
“La única crítica que le voy a hacer, a la maravillosa producción de la señora Mirtha Legrand, es que cuando armaron el escritorio, no previeron que estaba Juana. ¡Y, pobre Juana, quedó ahí parada, como acodada en el sillón de Mirtha! ¡Y después se sentó en el apoyabrazos! ¡Fue como el juego de la silla!”, señaló.
Y Marina cerró, filosa: “Lo digo en serio, me parece que Juana tiene que tener el destaque que merece, ya que es la conductora del programa en ausencia de Mirtha. Entiendo que es la nieta, joven y chanchera, pero la producción debió prever que no quedara de garpe”.