Pampita, Nicole, la Jelinek, Floppy Tesouro, Ingrid Grudke, Sofìa Zámolo, María Susini, Soledad Villarreal, Yanina Screpante. Hay mil. Las mujeres que trabajan como modelos son un batallón y les conocemos vida y obra. ¿Pero qué pasa con los hombres que posan para gráficas o transitan pasarelas? ¿Por qué no se destacan tanto? ¿Por qué casi no son conocidos? Quien pasa al frente aquí es Mario Guerci: rosarino, hombre de campo, deportista, abogado, sereno, maduro, aplomado, ex novio de Lucha Aymar… y para mejor, soltero. Aquí está, en cuerpo y alma.
–¿Cómo empezaste en el modelaje?
–Comencé en Rosario, mi ciudad natal, haciendo un desfile escolar para recaudar fondos para el viaje de egresados, ahí me vio un amigo que estaba vinculado con la moda y me dijo: “Vos tenés que ser modelo”. Y desde ese día no paré. Luego envié mi material a Pancho Dotto, me aceptaron en su staff y me mudé a Buenos Aires. Pero al mismo tiempo practicaba salto en alto y hasta representé a la Argentina: fui subcampeón sudamericano con una marca de 2,12 metros y me dieron una beca en el CeNARD, donde viví mi primer año y tenía que entrenar mañana y tarde, y a la vez ocuparme del trabajo como modelo, y además comenzando también con la actuación, así como también de continuar dando materias de abogacía en la facultad de Rosario. Fue un tiempo muy cansador pero dio sus frutos. Finalmente pude terminar la carrera de abogacía.
–¿Cómo es el mundo de la moda para los hombres?
–Mucho más reducido, aun más aquí que en Europa o en otros países donde tuve la dicha de trabajar. Por eso es importante estar atento y siempre presente y disponible, lo cual no es tan fácil ni color de rosa como a veces parece. De todos modos, siempre trabajé también como actor en publicidades o como actor en tiras, lo cual me daba un respiro de otro aire cuando no trabajaba como modelo puntualmente.
–¿Qué gusta de vos?
–Además de lo exterior, es que soy siempre yo. Si voy a un programa y me tengo que poner colorado de la vergüenza, me pongo y fin. No me gusta caretearla en ningún lado diciendo cosas que no son ni fingiendo cosas. Creo que en esa naturalidad se ve reflejada mucha gente.
–Fuiste novio de la Leona Lucha Aymar. ¿Ahora estás en pareja?
–Ahora no, estoy solo. Estuve gran parte de mi vida de novio. Con Lucha fueron casi dos años, es muy buena mina y estoy muy feliz por su presente.
–¿Alguna vez te casaste?
–No me casé, pero tuve un hijo, que es lo mejor que tengo en la vida. Se llama Mirko. Siempre fui muy de los niños, no me refiero a estar desesperado por ser padre sino que cuando se me presentaba la posibilidad de estar o cuidar chicos me gustaba. Y lo disfruto todos los días de la vida a Mirko, que ya casi cumple 9 años.
–A simple vista tenés un look campo.
–Yo soy de Rosario pero fui criado mayormente en Funes, donde reina un ambiente campestre. En realidad me gustan los caballos y de ahí se derivó en parte mi amor por el campo, que es donde prefiero estar, o en la montaña, antes que en la playa, por ejemplo. Luego durante muchos años trabajé sin parar en Argentina y en el exterior, y eso hace que uno se olvide o desatienda las cosas que a uno le gustan.
–¿Y ahora en qué punto está tu carrera?
–En cuanto a lo artístico actualmente sigo trabajando de modelo haciendo campañas gráficas. Pero estoy muy enfocado en el trabajo como actor, entrenando con mi profesor Ezequiel Castillo, preparando una obra de teatro y por filmar un corto muy interesante. Actualmente estoy en Netflix con Heidi, bienvenida a casa, que fue mi último trabajo en televisión. Hace unos meses participé en Maradona: sueño bendito, que es la serie sobre la vida del astro del fútbol, así que estoy ansioso esperando el estreno.
–¿Y en la abogacía?
–Tenemos un estudio con mi colega Tomas Zwank (Guerci/Zwank y Asociados) en donde hacemos varias ramas del derecho, asesoría jurídica a empresas y marcas, y en especial derecho de imagen
MARIO GUERCI, INVITADO FIJO DEL PROGRAMA DE GUIDO KACZKA
De un tiempo a esta parte, Mario se luce todos los viernes en la noche en la teve de eltrece. Guerci es uno de los participantes del ciclo de Guido Kazcka, Bienvenidos a bordo. El rubio modelo pone su cara y simpatía junto a Hernán Drago, Rodrigo Vagoneta Rodríguez, Magui Bravi, Federico Cyrulnik, Nati Jota, entre otros. Un hallazgo de la producción, que comanda el genial Pablo Giménez.
