Ese vínculo político suele erigirse en un desafío, en toda una aventura llena de obstáculos, como una montaña rusa de emociones, que ondula entre la simpatía y la extrema desconfianza. La relación de Stefi Roitman con su suegra Marlene Montaner continúa bajo la lupa.
Durante meses se instaló la versión de un lazo tirante, repleto de actitudes adversas. Una presunción que ganó en corporeidad durante la despampanante boda de la influencer argentina con Ricky Montaner, cuando la matriarca del clan Montaner no tuvo mejor idea que utilizar un atuendo blanco.
No obstante, Stefi procuró evitar hablar del tema y en cada oportunidad que le consultaron salió airosa con respuesta políticamente correctas. Ahora apareció un testimonio potente, porque Marlene se animó a abordar esta controversia.
La esposa de Ricardo Montaner viajó de Miami a Buenos Aires, con el objetivo de acompañar a su marido en el lanzamiento de su nuevo disco. En ese evento, la suegra de Roitman habló a calzón quitado sobre el rumor de una difícil relación con la influencer.
Frente a la pregunta de Socios del espectáculo sobre cómo se lleva con Stefi, Marlene opinó: “Sí, me da risa. Porque aquí dicen que nosotros nos llevamos… que soy una bruja… La amo profundamente y ella me ama a mí. Así que lamento decirles que no es cierto”.
Y además le metió un poco de presión para que quede embarazada en el corto plazo con Ricky: “Stefi todavía no, pero será cuando Dios diga cuando tenga que ser… Por ahora disfrutamos de estos nietos y cuando venga la segunda camada, vamos a disfrutar de los otros también”.