Todavía resuena en el aire la extrañeza de semejante movimiento. Los fanáticos analizan a fondo la peculiar decisión de Martín Ku de tirarle un salvavidas a Furia para eyectarla de la placa de nominados de Gran Hermano y enviar al precipicio a un amigo fiel como Nicolás.
Esa maniobra se erige en un tema de debate, por eso adquirió enorme interés la charla que mantuvo el líder de la semana con Lisandro, donde iluminó toda la estratagema que planificó para quitar del abismo a Juliana Scaglione, a pesar que se convierte en la rival más dura de la casa.
En ese diálogo en el jardín, Martín expresó: "Le estoy demostrando de alguna manera a Manzana que lo que me hizo no estuvo bien. Nosotros ayer lo dijimos, en el afuera va a estar todo bien. Después, que las cosas fluyan como tengan que ser. O sea, si está todo bien, está todo bien, sino... bueno. Dejemos que las cosas fluyan".
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Además aseveró que jamás se le cruzó ayudar al cantante: "A Manzana no lo tenía para salvarlo. Yo lo voté a Manzana, ¿cómo lo voy a salvar? Las dos opciones que tenía era salvarte a vos (por Licha) y a Nico, hacer la jugada típica y que básicamente que no cambie la placa”.
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Y finalmente reveló el gran eje de todo esto, que es evitar la eléctrica coincidencia de Furia y el cordobés en una votación, lo que se avizora como un cruce decisivo, que marcaría un antes y un después en la competencia del reality de Telefe.
“¿Pero qué pasa? Acá se está planteando una batalla muy interesante entre Furia y Manzana. Quizá no lo veo como el mejor momento, siento que esa pelea da para una, dos, tres semanas más", contó con total honestidad y un cierto grado de análisis del juego.
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