En este partido que jugamos todos el premio no son tres puntos, una copa, una medalla ni la tapa del diario como los héroes del juego. La recompensa es mucho más valiosa: un mundo un poco mejor, el aire más puro, el agua cristalina, los ríos limpios, el mar portentoso, la naturaleza diáfana. Tampoco se necesitan proezas inalcanzables: con algunas medidas sencillas y que están muy a la mano de la gente común, alcanza y sobra para ponernos la 10.
La 10, justo. La más indicada.
En su lucha permanente por defender el planeta, la conservación de todas las especies y la preservación de los ecosistemas amenazados por la voracidad del hombre, Greenpeace, cuyas acciones resuenan en los cinco continentes, elaboró un decálogo de ayudas que se le pueden dar la tierra para aliviarle la carga ante el agobio que sufre a diario. Prácticamente a cada hora.
10 acciones que requieren más de consciencia que de un gran esfuerzo. Antes que un gran sacrificio, aprender de qué se está hablando y qué cosas están en disputa. Eso y nada más.
1) Con la alimentación se puede ahorrar agua. Elegir lo local y de temporada. Los productos procesados requieren gran cantidad de agua en su elaboración. Comiendo menos carne también se ahorra agua ya que la ganadería consume enormes cantidades para pastos. Solo un churrasco de ternera necesita 7.000 litros de agua para llegar a un plato.
2) Ducharse en vez de darse un baño. Cerrar la canilla mientras uno se enjabona. Eso reduce el tiempo de ducha y ahorra cientos de litros de agua al mes. Más fácil, imposible
3) Juntar el agua fría que se malgasta hasta que sale caliente en dispositivos diseñados para juntarla, o en un balde. Utilizar esa agua para regar las plantas, dar a las mascotas, limpiar, realizar descargas en el baño… Reutilizar esas cantidades que se hubieran ido innecesariamente por la cañería.
4) Utilizar electrodomésticos eficientes (tipo A+++). Ahorran energía y agua. Buenos para el medio ambiente y nuestros bolsillos.
5 ) Poner economizadores de agua en las anillas. Son fáciles de encontrar y colocar y hacen un trabajo silencioso: ahorran hasta un 50% de agua sin que se note.
6) No arrojar aceite, líquido de frenos o anticongelantes a las cañerías. Son sustancias muy contaminantes que terminan, inevitablemente, en ríos y mares. Buscar contenedores de recepción de de aceite usado o acudir al “centro de reciclado” más próximo al domicilio.
7) Utilizar detergente biodegradable (sin fosfatos), bicarbonato o vinagre para lavar. Poner el lavarropa y aquellos que tengan lavavajillas con la carga completa.
8) En el caso de tener o cuidar un jardín es importante que se lo desmalece de plantas invasivas porque compiten con otras plantas por abono, luz y agua. Usar fertilizantes orgánicos y naturales: Se ahorra agua sin contaminar la tierra.
9) Reducir. Reutilizar. Reciclar. El plástico de nuestros alimentos, cosméticos y ropa acaba cada año en cantidades masivas en los océanos y en los ríos. No desaparece, impacta en las especies que viven en el medio acuático y para colmo de males se incorpora a la cadena alimenticia. Es una buena forma de ayudar a que los océanos no se llenen de plástico.
10) No comprar agua embotellada. Una botella de agua mineral de 1 litro requiere 5 litros de agua en su proceso de fabricación (incluida el agua de refrigeración de la planta de producción eléctrica). Además, generas más basura plástica con cada compra. Llevar cada uno una botella reutilizable y cargarla de agua en la casa o en el trabajo.