La irrupción de Bianca Cherutti en La Voz Argentina construyó una oleada de polémicas, desde su primera presentación se despertaron voces muy críticas, que bramaron contra la joven de 25 años y tildaron a la producción y al jurado de ayudar a la participante por su condición de hija de Miguel Ángel Cherutti.
Claro que el reality ya posee varias manchas, con otras situaciones dudosas como la hija de la mejor amiga de Sole Pastorutti que atravesó la eliminación y entró en la competencia, al igual que un caso de una amiga de Stefi Roitman.
Lo cierto es que Bianca demostró un talento, pero quedó plantada la duda de si cuenta con un mirada benevolente o si la figura de su padre puede influir para estar en el certamen. Todo eso se revivió el martes, cuando saltó al escenario por segunda vez.
En esta ocasión se enfrentó directamente a una compañera y solo una avanzaba a la siguiente instancia. Llamativamente todos los jurados coincidieron en que era la ganadora, pero no solo eso, ya que Ricardo Montanter, Sole, Ricky y Mau le dedicaron un tiempo prudencial a justificarse.
El primero que abordó el tema fue Ricardo, que alegó: “Bianca estás asumiendo una responsabilidad de empezar de abajo y probar que no eres hija de, sino que tienes tu talento. Es un reto para un artista que tiene un papá con una carrera exitosa”.
Luego, sin que nadie la indujera, Pastorutti también armó un discurso al respecto: “La gente cuando aparece un hijo de tiende a pensar que se les hace más fácil el camino. Te admiro y veo seguridad de pelear por lo que vos querés”.
Y por último, Ricky se explayó largo y tendido, probablemente por conocer de primera mano esos prejuicios de sentir que se le allanaron los caminos por su padre: “Eso de ser hijo de alguien es jodido, asi como dijo Montaner nosotros no importa cuantos años llevamos van a seguir diciendo el hijo de, y dirán que estás sentada acá en la silla roja porque tu papá hizo una llamada”.
Y llamativamente, el joven cantante, que forma un dúo con su hermano Mau, era el encargado de definir la continuidad de Bianca y lejos de ponderar el talento artístico utilizó como argumento: “Esta batalla la ganó, lo digo con orgullo que yo si soy hijo de Montaner, me tocó ser su hijo. Sé que tu papá está muy orgulloso de ti, quedate aquí en nuestro equipo”.
Tanto aclarar, pareció que oscureció más.