La tercera temporada de MasterChef disminuyó su potencia, su efecto arrasador, ya no cautiva con tanto frenesí a los televidentes. No obstante, continúa con un colchón interesante en sus mediciones, pero la opinión coincidente refiere a un staff lánguido de famosos.
Entre ese compendio de mediáticos de diversas áreas, se destaca la labor de Mery del Cerro, que sorprendió con sus escasísimas nociones básicas para las hornallas y sartenes. A límites insospechados, solamente superada por la nula capacidad culinaria de Charlotte Caniggia.
Los errores o las preguntas simples de la modelo se convirtieron en una catarata de memes, así que pululan por todas las redes sociales momentos de del Cerro sumida en la desesperación y sobre todo en los brotes de lágrimas constantes.
Atenta a las críticas, Mery decidió saltar a su Instagram para elaborar su descargo y reaccionar contra los cuestionamientos hirientes. “Pensaba en lo poco acostumbrada que están las personas a ver a famosos llorando, por lo que sea, impotencia, angustia, emoción o felicidad. Les parece raro o poco común entonces lo primero que sale es la crítica y juzgar al otro, es fácil hacerlo detrás de un teléfono, ¿todos nacimos cocinando?”, inició en un extenso mensaje.
En la continuidad de su catarsis, la morocha agregó: “¿Todos somos tan fuertes y nadie llora nunca? Yo soy esto que ven, a flor de piel, nunca pude caretear nada, se me notan las cosas que me pasan, fui siempre así y voy a seguir siendo yo".
Hasta que explicó la verdadera razón para meterse en la boca del lobo: “Entré en Masterchef porque era un desafío nuevo, un área desconocida para mi. No la pase bien en el arranque, realmente estaba muy angustiada y nerviosa”.
En cuanto a los haters, Mery bramó: “No quería afrontar este desafío, no para agradar o para ser aprobado por otro, lo hago para mi, para superarme a mi misma. Orgullosa de saber que puedo seguir después de varias caídas”.
Y para dejar en claro la mella que genera en su interior los cuestionamientos, la modelo describió: “A mí la crítica me destruye, no me hace bien, por más que hoy entienda mejor y me enfoque en mí, es inevitable que te haga mal. Busco fuerzas, y aunque duela, seguir siendo yo”.