Matías Defederico está en problemas. Le suspendieron el registro para conducir luego de desaprobar el psicofísico. El ex de Cinthia Fernández y papá de sus tres hijas, tiene prohibido subirse a cualquier vehículo y manejar. En abril, Matías compartió imágenes en sus redes sociales donde se lo vio “al volante” usando el celular y llevando a una de sus hijas en el asiento delantero. A partir de entonces, la Agencia Nacional de Seguridad Vial consideró que había que quitarle la posibilidad de circular por las calles.
Luego de viralizarse las polémicas imágenes del ex jugador de fútbol infringiendo las normas y poniendo en riesgo la integridad física de las menores, por 180 no pudo conducir. Y, al momento de recuperar su licencia, Defederico falló en la reevaluación psicofísica de aptitud para conducir realizada por la Dirección General de Habilitación de Conductores, de la Ciudad de Buenos Aires.
Por lo tanto, por un tiempo más, deberá pedirle a algún pariente o amigo que lo lleve de un lugar a otro, si no quiere pagar un remise o auto de aplicación porque no puede usar el suyo ni uno ajeno. Defederico infringió 2 artículos de la Ley Nacional de Tránsito: por un lado, la normativa dispone que todos los niños y niñas de hasta 10 años deben viajar sujetados en los asientos traseros del vehículo.
Y además, está prohibido el uso del celular durante la conducción. Según el Observatorio Vial de la ANSV, el celular es el principal factor de distracción al volante que puede provocar desde un accidente propio o ajeno hasta la muerte particular o de un tercero.
Pero más allá del tiempo estipulado por el que se le quitó la licencia, Matías ahora no pudo recuperarla porque le fue mal en la prueba. Tiempo atrás, Cinthia, -que fue lamentable protagonista de violencia de género-, la mujer con la que estuvo en pareja durante siete años, contó que Defederico tiene “problemas a las hora de las pruebas como le pasaba con el fútbol”, en medio de lucha que mantiene para que se haga cargo de la cuota de alimentos y cuidados de las nenas.
“Sufro de Ataques de pánico desde que soy joven. Eso me trajo muchas complicaciones, llegué a pasar días sin salir de mi cuarto”, confesó el ex deportista, semanas atrás. ¿Eso explicará, en parte, por qué no superó la prueba? O, tal vez, es resultado de una seguidilla de malas conductas que no tienen ningún tipo de justificación, como la de ir, días atrás, a una fiesta clandestina.