La vuelta de Catalina Gorostidi a Gran Hermano desató un escándalo. Y es que, la jugadora había hablado públicamente sobre sus problemas alimenticios. Sin embargo, la producción del reality decidió darle una segunda oportunidad sin considerar lo que esto podía significar para su salud.
En LAM, el tema generó indignación. Muchos cuestionaron la responsabilidad de Telefe en la decisión y remarcaron los riesgos de exponer a Catalina en un ambiente tan exigente. Pero lo que nadie esperaba era la confesión de Matilda Blanco. En medio del debate, la panelista contó que ella también había sufrido bulimia en su adolescencia.
“Tuve anorexia y después bulimia entre los 17 y los 19”, reveló con total sinceridad. Explicó que su relación con la comida había sido muy difícil y que cualquier cambio en su peso la afectaba. “Te traumás cuando te hacés responsable y comés un poco de más”, expresó.
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La estilista recordó el momento en que su familia se dio cuenta de lo que pasaba. “Es una manera de decir ‘mirame’ hasta que alguien te descubre”, dijo. También contó las graves consecuencias que sufrió por su trastorno. “Se me aflojaron los dientes, dejé de menstruar y se me distorsionó la imagen”, relató.
CÓMO SALIÓ DE SU TRASTORNO
Más allá de la dureza de su testimonio, Matilda destacó que pudo salir adelante con ayuda profesional. “Salí de ahí con psicólogos, con charlas con mi mamá”, aseguró. Sin embargo, dejó en claro que no fue fácil y que estos problemas no desaparecen de un día para el otro.
El debate dejó una fuerte reflexión. Muchos se preguntaron si realmente era seguro que Catalina siga en el reality. La presión de la competencia y la exposición mediática podrían jugarle en contra. Mientras tanto, las críticas a Telefe no paran y la polémica sigue creciendo.
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