Conmovido hasta la última de sus fibras más profundas. Con los ojos humedecidos y con un lenguaje corporal que transmitía una licuadora de emociones. Maxi Guidici afrontó su primera entrevista tras el intento de suicidio, ese trance que lo aquejó durante la medianoche del jueves.
Con el combustible de la valentía, una enorme capacidad de iluminar su padecimiento, el cordobés visitó el piso de LAM para transitar por todos los ángulos de ese episodio traumático, en el que bordeó de cerca el abismo tras hundirse en los pensamientos más aciagos.
En esa charla extensa con Ángel de Brito, Maxi admitió que en un momento de esa noche, de esa pelea infernal con su mente, llegó a agarrar una hoja de papel y una lapicera para redactar una carta de despedida de sus seres amados. Una revelación tremenda, llena de simbolismos.
Mientras su madre narraba todas las conversaciones que mantuvo en ese día tan oscuro, y confesaba que un sobrino detectó la posibilidad que latía en la consideración del ex Gran Hermano, Guidici explicó esa decisión de dejar un mensaje de puño y letra.
MAXI CONFESÓ QUE ESCRIBIÓ UNA CARTA DE DESPEDIDA
“En mi voleo mental sentía como la necesidad de despedirme, no sé qué estaba pensando. Hice una carta de despedida”, admitió. Una frase fortísima, que permite tomar dimensión del calvario que se cocía en su alma. A lo que añadió como reflexión: “No puedo creer que haya sido yo el que hizo eso”.
Envuelto en esa postura loable de ahondar en todo lo que le sucedió, Maxi exteriorizó otra confesión muy conmovedora: “Al encontrarme con mi mamá y ver todos los mensajes que me mandaron me di cuenta de la locura que casi comentó. Fui un desagradecido con la vida. Es la mente que te puede jugar una mala pasada”.
