El pasado martes 10 de enero Maxi ganó el auto de Gran Hermano, luego de estar más de 12 horas parado junto al vehículo sin comer, beber o ir al baño, más tener la fortuna de elegir la llave correcta, lo coronaron con el tan preciado premio. Ese momento fue un punto de quiebre, ya que contó cómo cambió su vida.
Cuando parecía que se iría luego de que Juliana fuera expulsada, su mirada es distinta, sabe que tiene mucho por pelear y quizás, llegar a la final. Además, es el líder de la semana y apunta directamente contra Alfa y Thiago, quien votó al Conejo, para la próxima placa.
En la charla que tuvo con Santiago del Moro, el cordobés explicó: "Lo visualicé de lo más profundo del corazón y cuando saqué el 46 la vi distinta a todas. Realmente me lo estaba presintiendo. Perdón que no llegué al conteo pero estaba muy ansioso y acelerado".
Y agregó: "No te puedo explicar, me siento en una película, no puedo creer lo que pasó, cómo pasó, todo lo que viene pasando de que casi me voy, pero me quedé... Ahora estoy viviendo esto que es algo que no lo puedo creer, estoy realmente en un sueño, en una película".
Además confesó cómo fueron los momentos previos a elegir la llave ganadora, la cual fue la anteúltima: "Estoy muy agradecido con la vida, con Dios que me sigue guiando. Realmente fue mágico, de 50 llaves sacar al anteúltima cuando casi elijo la otra".
Para cerrar, mientras conversaba con Ariel Ansaldo, expresó el cambio de chip que hizo al obtener el tan preciado vehículo, más cuando estuvo a punto de abandonar el reality: "Soy un pelot..., pero la Virgen me ayudó. Esta semana zafé de nuevo, líder y auto nuevo. Aguante la vidaaaa, aguante la vida carajo".