La última semana del año fue de terror para los participantes de Gran Hermano, para los espectadores del show fue un espectáculo como hace mucho no se veía en la televisión argentina. La expulsión de Juliana instauró muchos problemas dentro de la casa más famosa del país.
Uno de los primeros en dar el golpe sobre la mesa fue Maxi, el novio de la eliminada. El cordobés lloró desconsolado durante horas, amenazó con quererse ir en ese mismo instante, pero al otro día, su bronca seguía en la venas e insultó con todo a la producción del reality que conduce Santiago del Moro.
"¿Vos crees que esté pasando esto hermano? Me quiero ir ¿Cómo hago ahora? Hermano cómo me va a pasar esto. Me voy a la bosta, son unos soretes, me voy a la bosta. No me puede pasar esto cul.... La con... de mi hermana, ¿no podrían haber esperado un poco?", reclamó Maxi el lunes 27 de diciembre.
Lejos de calmarse y opinar más relajado, Giudici siguió al frente con su enojo contra la decisión de Gran Hermano: "El finde que viene quiero quedar en placa si o sí, voy a pedir a todo el mundo por el amor de Dios que me vote. No sabés lo que voy a pasar el 31, me voy a meter un tiro en las pelotas".
"Si me quedo gana la injusticia por plata o por fama. Es realmente injusto, mandarla a placa, listo, pero encima te da la morbosidad con la que manejaron la sanción... Andate a la con... de tu madre. Es morboso", cerró Maxi a punto de explotar por lo que considera una "injusticia" en el programa.
Otra que quedó mal tras la salida de Juliana fue Coti, quien declaró: “No quiero salir de la pieza ni para ir a comer. Tenemos que hacer un esfuerzo de aguantar Se viene una. Maxi se va y la pieza queda con gente que me odia completamente. Si (Maxi) se llega a ir, yo me voy a la mierda, ya. Ya está, quiero quedar en placa, que me voten todos”.