Desde el 2011 que Micaela, la hija mayor de Marcelo Tinelli, creó su propia marca de indumentaria bajo el nombre de “Ginebra”. Junto a dos de sus socios, la joven empresaria se embarcó en un proyecto propio que revolucionó la industria de la moda y la posicionó dentro del mundo laboral.
Actualmente, su sello se encuentra ubicado en varios shoppings del país y hasta inauguraron un local en Paraguay. Sin embargo, no todo es color de rosas para la hija del conductor.
En una nota con la revista Gente, Micaela contó que la situación del país afectó su trabajo y que tuvieron que tomar medidas acordes a la poca demanda en el ámbito de la ropa: “Hay que adaptarse a la realidad. La industria textil está muy golpeada, como otras tantas, es un momento complicado. Eso nos exige producir con más consciencia. Por ejemplo, decidimos reunir las tres áreas de la empresa en una misma oficina”.
Más allá de que su emprendimiento sigue en pie, Micaela también contó lo difícil que fue iniciar su propia marca con el apellido Tinelli impregnado en la sangre: “Por ser miembros del clan podemos ser tomados como frívolos o mantenidos”, haciendo alusión a la idea de que el nombre les abre puertas con mayor facilidad a los descendientes de famosos o gente reconocida.
En julio, su hermana Candelaria, quien también tiene su propia marca de ropa “Madness Clothing”, habría sido foco de atención por sus polémicas declaraciones sobre la situación del país. En el programa radial Últimos cartuchos, emitido por Vorterix, la cantante había contado los cambios que había tenido que hacer en su vida para superar la falta de ingresos: “Alquilé mi departamente y tuve que volver a vivir con mi papá por culpa de la macrisis”.
"POR EL APELLIDO PODEMOS SER TOMADOS COMO FRÍVOLOS O MANTENIDOS", RECONOCIO MICA.
Micaela además, relató cómo fue su infancia hasta lograr cumplir su sueño de tener su propia marca: “Me recuerdo vistiendo Barbies muy concentrada en cada estilo. Había una fascinación muy clara por la indumentaria. Cada vez que mamá (Soledad Aquino) salía de casa, Cande y yo atacábamos su guardarropas. Pasábamos horas tuneándonos enteras, probándonos todo. Hoy es al revés, yo le paso mi ropa a mamá”
Durante su adolescencia, la mayor de las Tinelli se compraba todas las revistas de moda posible y elegía los atuendos que más le llamaban la atención: "Tendría quince años, y conseguía las Vogue, las Vanity, todas. Marcaba los diseños que quería tener algún día. Anotaba, recortaba, armaba carpetas. Y ya, desde muy chiquita, imaginaba: 'voy a tener mi propia marca'. Mi orientación estaba clara".