Los finalistas del Cantando estuvieron invitados al piso de LAM y, tras elogiarse unos al otro, Brian Lanzelotta le confesó a Ángel de Brito que al comienzo del certamen no podía creer estar cerca de Miguel Ángel Rodríguez y que, en varias oportunidades, le consultó sobre chismes de actores y tiras en las que ha trabajado.
¿Cuál fue una de las primeras preguntas que le hizo el cantante tropical al actor? El ex Gran Hermano quiso saber cómo era trabajar con Mariano Martínez y Nicolás Cabré. Claro que el conductor del ciclo también se mostró interesado en ese dato de color.
“Los chicos eran los Rolling Stones. Dejaban el auto y los traían en camioneta. No voy a contar más detalles. ¡Dejémoslo ahí!”, detalló Rodríguez.
Con humor, Miguel Ángel se refirió a Son amores, la exitosa tira de Polka y aportó confidencias muy interesantes. "Eran muchas horas de grabación, hasta los sábados y después hicimos 55 funciones en el Ópera. Los chicos eran los Rolling Stones. Dejaban el auto y los traían en tráffic. No voy a contar más detalles… ¡Dejémoslo ahí! En la puerta vendían imanes y carpetas con mi cara”, exteriorizó.
"Son dos pibes con los que me llevé bien. Nicolás tiene una personalidad muy especial y en su vida también lo fue, pero tiene un gran oficio”, destacó Miguel.
Si bien el panel escuchaba atento las anécdotas que contaba el actor, aún querían ir más allá y fue entonces cuando Andrea Taboada intervino y le preguntó sobre la relación, en aquel momento, de quienes eran considerados los galanes. “No se peleaban por quién tenía más letra. Tenían estilos diferentes para laburar”, aclaró Rodríguez.
Siguiendo con la época dorada de la ficción, el yerno de Juan Carlos Altavista asintió con la cabeza que pudieron haber celos entre Cabré y Martínez y concluyó: “El cansancio te mata. No me gusta meterme en la vida de ellos. Son dos pibes con los que me llevé bien. Nicolás tiene una personalidad muy especial y en su vida también lo fue, pero tiene un gran oficio”.