En la noche del martes, Mora Godoy estuvo como invitada al ciclo Los Mammones en donde mediante un divertido ida y vuelta con su conductor, Jey Mammon, se animó a revelar anécdotas de sus días en las diferentes pistas de baile, los conflictos que tuvo al pisarse el vestido en varias oportunidades y las conexiones que logró obtener con importantes personalidades a nivel mundial.
Así fue como la bailarina recordó su noche junto a los Rolling Stones, su memorable danza con Barack Obama, el expresidente de Estados Unidos, y su paso por ShowMatch en donde logró obtener mayor popularidad a nivel local.
Asimismo, contó con detalles cómo fue la experiencia de romper el récord Guiness de baile en la altura al hacer una presentación sobre un escenario flotante al lado del Obelisco, a 65 metros del suelo. No obstante, según sus propias palabras, no es un grato recuerdo ya que las medidas de seguridad no estaban cuidadas correctamente.
“Fue el récord de baile en altura, no solo de tango, sino de baile. Pero no sé si me gustó. Yo soy una persona que no tiene miedo a nada, pero ahí tuve miedo porque la verdad es que cuando tenés un hijo hay cosas que decís ‘esto está de más’, y estuvo de más”, comenzó relatando Mora.
Además, explicó los motivos que la llevaron a tener temor por supropia vida: “Estábamos con arnés, pero el problema es que no era el Obelisco, porque si era así quedás colgando de ahí y listo. El tema es que el arnés era una grúa que fue insegura. La realidad, que nadie lo sabe, es que fue insegura, se movió demasiado y todos gritaban ‘bajenla, bajenla’”.
"La realidad, que nadie lo sabe, es que fue insegura esa grúa, se movió demasiado y todos gritaban ‘bajenla, bajenla’. Había mucho viento y mucha lluvia, que eso no se esperaba"
“Había mucho viento y mucha lluvia, que eso no se esperaba. Yo no sabía que iba a ser por el récord Guiness, yo simplemente iba a bailar en el Obelisco en una apertura. Al drone gigante lo subía la grúa, y si se caía la grúa nos caíamos todos”, agregó sorprendiendo a todos los presentes en el estudio de América.
Para concluir, confesó con pesar sus sensaciones y admitió que no realizaría nuevamente esa hazaña: “Realmente me corrió un frío de pensar que yo tengo una responsabilidad porque soy madre, entonces me preguntaba ‘¿para qué?’”.