Ha transcurrido muchísima agua bajo el puente. Morena Rial y su padre Jorge Rial atravesaron por una infinidad de situaciones en el último tiempo, con unos vaivenes muy notorios, que alcanzaron un pico de conflicto con aquella decisión de la joven de ventilar secretos familiares.
Aquel raid mediático que ejecutó la influencer, el año pasado, dañó, dejó huellas en el vínculo con su padre, por el tenor de las revelaciones que transmitió en el plano público. Desde ahí siempre quedó planteada la incógnita sobre el verdadero presente de ese lazo.
Como si fuese poco, Morena acaba de confirmar que camina por una coyuntura oscura, absolutamente compleja que se caracteriza por sus enormes dificultades económicas, que llegaron hasta el punto de no disponer una casa para habitar y tener que alquilar habitaciones por noche.
Incluso, esa adversidad le provocó un dolor enorme, porque se alejó de su hijo Francesco, que quedó bajo la guarda de su padre, el ex novio de More. Todo un panorama aciago, lleno de espinas que empujan a la joven a experimentar un panorama negativo.
En todo eso, la influencer reconoció el gesto que ejecutó Jorge Rial, un acercamiento que modifica la sinergía de esa relación familiar. A través de una entrevista con Socios del espectáculo, la joven narró el comportamiento del creador de Intrusos que podría limar asperezas.
Al ser consultada sobre su actualidad con su padre, Morena admitió: "No nos amigamos, volvimos a hablar pero poco y nada. Él siempre va a ser mi papá y aunque tengamos 400 mil peleas, nunca me va a dejar en la calle quizás no tanto por mí sino por el amor que le tiene a Francesco, mi hijo".
"El distanciamiento que tenemos, por un lado está bien pero por otro me cuesta. Una siempre quiere el apoyo, sobre todo en mi caso que no es que tengo una tía, una prima o una abuela... no tengo a nadie", agregó bajo los influjos de un sinceramiento total.