Siempre lució al lado del astro, ese ídolo al que acompañó durante décadas, del que cuidó su valor más preciado: la salud. El prestigioso, y reconocido, médico Alfredo Cahe falleció a los 80 años, este viernes y generó conmoción en toda la sociedad y el universo del espectáculo.
El doctor supo maximizar su expertise para ayudar a Diego Armando Maradona en infinidad de ocasiones, lo que lo llevó a desarrollar una relación de extrema confianza con el mejor futbolista del siglo XX, y probablemente de la historia. El desenlace de este profesional entristece a todos.
La noticia adquirió el tenor de confirmación a partir de una publicación de Daniel Scioli, quien se expresó al respecto en su cuenta de Twitter para comunicar la partida del médico. “Con profundo dolor despido a mi querido amigo Alfredo Cahe, reconocido por sus cualidades profesionales y humanas”, posteó.
En la continuidad de ese mensaje, el funcionario público del gobierno, y ex deportista profesional, agregó unas líneas emotivas: “Quedará para siempre en mi recuerdo su labor médica y su apoyo anímico y solidario para superar adversidades, al igual que sus valores en la amistad que supimos construir. Un abrazo fraterno para sus hijos, nietos, familiares y amigos”.
FALLECIÓ EL MÉDICO DE DIEGO MARADONA
El médico escribió un lazo inmenso con Diego, dado que su vínculo nació en la previa del Mundial de México 1986 y desde ese punto se extendió a lo largo de muchísimos años, con el episodio más relevante de aquella internación en la isla caribeña de Cuba.
En el último tiempo se había manifestado respecto a la muerte del ídolo y no vaciló en opinar con mucha seguridad y sustento: “Por lo que trascendió de la autopsia, la muerte se produjo por una insuficiencia cardiaca y renal. Ese resultado era totalmente evitable. Con un correcto seguimiento y control era evitable”.
Cahe también atendió a una infinidad de celebridades, como el eterno Sandro, así como ha ayudado a personalidades del espectáculo como Susana Giménez, Cacho Castaña, Alejandra Pradón, entre otros.
