Todavía perdura el ruido ensordecedor. La mente demora en procesar semejante cantidad de estímulo, de vibraciones altisonantes para Nacho, que arribó hasta el instante final de Gran Hermano y se consagró como subcampeón de esta temporada de retorno del formato.
Las cámaras lo siguen, a pesar que ya no duerme en un espacio rodeado de lentes tecnológicas, porque todos los programas lo convocan, lo llaman y quieren conocer más detalles de su experiencia, como todo lo que deriva del romance que inició en la casa con La Tora.
Justamente sobre Lucila, Castañares soltó una infidencia maravillosa, que se conecta directamente con su corazón y lo que sintió al tomar conocimiento de todo el apoyo que ejecutó la blonda desde el exterior, la banca incondicional que le prodigó en las semanas que estuvieron separados.
LA EMOCIÓN DE NACHO POR LOS GESTOS DE LA TORA
La declaración del rubio se produjo en la edición matutina de Telefe Noticias, donde no dudó en reconocer las emociones que brotaron en su alma por Lucila: "Yo de a poquito fui viendo las cosas que dijo, todo lo que estuvo haciendo por mi y la verdad, es que estoy re agradecido”.
Para redondear ese pensamiento, Nacho agregó: “Feliz de estar con ella pero fundamentalmente de haberla conocido". Así también aclaró cómo definiría a su vínculo personal con La Tora: "La verdad es que no somos novios, como ya dije, porque para eso tenemos que conocernos mejor pero lo estamos haciendo y venimos muy bien”.
Evidentemente, el ritmo cardíaco se acelera en Castañares por la oriunda de Berazategui, más allá de los rótulos tradicionales, puesto que admitió: "Estamos conociéndonos y vamos muy bien. Me encontré una persona hermosa, re linda, con un montón de cosas que compartimos y estoy contento".
