En las entrañas del encierro, de esa convivencia forzada, Nacho y La Tora detectaron que latía en sus interiores algo poderoso que los unía e imantaba. Una energía especial, a la que escucharon y le dieron rienda suelta en Gran Hermano, pero con mucho cuidado.
Con el show culminado, la historia se trasladó a la vida real. La incógnita se posa sobre qué tipo de relación profesan Castañares y Lucila. Por eso los bombardean a preguntas de esa índole, en una de esas inquisitorias en la televisión, el rubio trastabilló con una frase.
En un móvil en A la Barbarossa, le consultaron respecto a sí ya concretaron un noviazgo, ante lo cual Nacho contó: "No, no formalizamos, seguimos como dijimos la otra vez. Pero estamos muy bien, nos estamos viendo seguido y compartiendo un montón de cosas. Vamos muy encaminados”.
Luego, en el piso quisieron saber si hablaron de permitidos, es decir, si navegan por un lazo abierto a conocer a otras personas. Frente a ese tópico, Castañares metió la pata al revelar: "Cero. No hay permitidos, es como una dieta estricta. Si ella quiere, está en todo su derecho... Yo las dietas siempre las hago estrictas, cumplo el régimen. Basta que me agarra calor, me pongo nervioso".
QUÉ DIJO LA TORA SOBRE TENER UNA RELACIÓN ABIERTA
Esa concepción de brindarle a Lucila la posibilidad de decidir por sus propios medios repercutió fuerte en las redes sociales. Por eso, en un stream que llevó a cabo la blonda le escribieron sobre ese tema y así se produjo una reacción potente de la ex Gran Hermano.
Con un grado alto de intensidad, de vehemencia, La Tora bramó: “Lo vi lo que dijo de mi, dieta estricta de los dos lados. Él dijo que si ella quería... Mira si yo voy a decir que Nacho puede hacer lo que quiera”. Y para ratificar sus celos, la rubia exclamó: “¡Estamos todos locos!”.