Desde que irrumpió en los medios cobró un protagonismo que causó más de un dolor de cabeza dentro de su familia. Naira Awada, con tal de ingresar al Bailando, empezó a ventilar circunstancias de su entorno. Logró el objetivo, pero se alejó más y más de los suyos.
Luego de varios meses de ausencia, quiero volver al ruedo utilizando las mismas armas. Denunciando y declarando en contra de su familia. Dice que ahora le gustan las mujeres y que su entorno no acepta su sexualidad. Esto la tiene angustiada y llorando por los rincones.
Más allá de que con su padre, el actor Alejandro Awada, la relación parece está de maravilla. En su momento dijo que él sentía vergüenza y que estaba resguardado en su casa, para no enfrentar a la sociedad. De todos modos, insiste con querer cambiarse el apellido para poder caminar libre.
Con quien sigue en una guerra sin cuartel, es con su tía, la primera dama, Juliana Awada. Nai denunció que las marcas de ropa no quieren vestirla. Que en los últimos meses perdió varias empresas que le daban indumentaria por canje. Según ella, esto empeora cada vez que habla mal de la mujer de Mauricio Macri.
Según le cuenta a sus íntimos, la relación y la influencia que tiene Juliana en el rubro textil, le está jugando en contra. Por esto, la denuncia públicamente de que las marcas las dejaron de lado y ya no la esperan con los brazos abiertos en los locales.
La morocha quiere alejarse de su familia.
Pero a la vez juega con los beneficios.
¿Y si te pones de acuerdo?