Natalia Oreiro es una de las artistas más queridas en el país. La uruguaya llegó a Buenos Aires cuando tenía 16 años y empezó una carrera artística que la llevó a la fama. Hoy, Oreiro está en boca de todos tras abrir sus redes sociales y también por el estreno del documental sobre el fanatismo que genera en otras partes del mundo, pero sobre todo en Rusia. La pandemia cambió también su forma de criar a su hijo, Atahualpa, fruto de su relación con Ricardo Mollo.
En diálogo con la revista Hola Argentina, Oreiro reveló cómo tuvo que adaptarse a la tecnología debido a que su hijo no usa pantallas: "Él va a una escuela muy relajada pero, así y todo, uno no está preparado para ser maestra, a veces pierdo la paciencia. El otro día dijo: 'Este año mi mamá es mi maestra'. ¡Y me mató!", relató la cantante.
Lo que más la sorprendió fue cómo el pequeño cambió su forma de estudiar y hasta pudo tomar clases virtuales: "Ata es fanático del origami y ahora toma clases de lunes a sábado por Zoom. Yo estoy alucinada con las cosas que hace. Creo que este es un momento para ser flexibles porque esta no es la nueva normalidad. Él no miraba pantallas, porque en su escuela proponen no hacerlo. ¿Pero cómo hace para tomar clases de origami?", continuó.
No sólo tuvo que adaptarse en la educación sino también la cuarentena le pitió a Atahualpa poder ver dibujitos en la tele: "Además, ahora empezó a ver películas, o algún dibujito. Llega un momento que ya hicimos origami, regamos las plantas, cuidamos la huerta, jugamos con los perros, entonces si surge: '¿Miramos una película?', la respuesta es: '¡Dale!'", cerró.